El Cádiz, que no pudo pasar en casa del empate sin goles ante el Reus, y el Getafe, que cayó por 2-1 en su visita al campo del Oviedo, dieron un paso atrás en sus aspiraciones de pelear por el ascenso directo.
Un ascenso con el que arrancó la temporada como objetivo el Rayo Vallecano, que vuelve a mirar con preocupación hacia los puestos de descenso a Segunda División B, tras caer por 1-2 con el hasta ahora colista, el Mirandés.
El conjunto burgalés, que no había logrado vencer en ninguno de los doce encuentros que había disputado como visitante, logró ante el Rayo su primer triunfo del curso a domicilio, gracias a los goles de Urko Vera y Marco Sangalli, que firmó a los 85 minutos el definitivo 1-2.
Una derrota que vuelve a cuestionar la continuidad al frente del conjunto rayista del técnico Rubén Baraja, que tan sólo ha logrado sumar trece puntos -3 victorias y 4 empates- en sus trece encuentros como preparador del conjunto vallecano, al que llegó el pasado mes de noviembre en sustitución de José Ramón Sandoval.
Cifras que el Rayo contó con poder mejorar, tras adelantarse a los 50 minutos en el marcador con un gol del defensa Ernesto Galán, pero los errores defensivos y, sobre todo, la expulsión de Diego Aguirre a los 66 minutos, condenaron a los madrileños a una derrota, que deja a los vallecanos a tan sólo un punto del descenso.
Una situación clasificatoria que contrasta con la del Cádiz, que sigue soñando con el ascenso directo, pese a no ser capaz de pasar este domingo del empate (0-0) en casa con el Reus, en un duelo en el que los andaluces pagaron su falta de acierto ante la portería rival.
Y es que pese a la solidez defensiva del conjunto catalán, el Cádiz dispuso de varias claras ocasiones para abrir el marcador, pero hoy no fue el día del delantero Alfredo Ortuño, que sí en al minuto de juego se estrelló con el portero visitante Edgar Badía, en el 86 remató fuera un balón cuando se encontraba completamente solo en el segundo palo.
Falta de acierto que no impedirá al Cádiz conservar la tercera plaza de la clasificación, eso sí, a ocho puntos ya del Girona, que cierra los puestos de ascenso directo a la máxima categoría del fútbol español.
Un punto menos de los que separan, nueve, al Getafe del conjunto catalán, tras la derrota (2-1) encajada hoy por el equipo madrileño ante un Oviedo, que adelantó a los getafenses en la clasificación, y ya es quinto en la tabla.
El gol del centrocampista Jon Erice a falta de un minuto para la conclusión del tiempo reglamentario selló la cuarta victoria consecutiva de los asturianos ante su afición, en un encuentro en el que los de Fernando Hierro encontraron premio a su mayor insistencia sobre el área rival.
Las constantes faltas laterales con las que el Oviedo asedió en los minutos finales la portería del Getafe tuvieron su recompensa a los 89 minutos con el disparo lejano de Erice, que convirtió un despeje de la zaga visitante en el definitivo 2-1.
Por su parte, el Huesca vuelve a soñar con la posibilidad de pelear por los puestos de promoción de ascenso, tras encadenar su segunda victoria consecutiva, al imponerse este domingo por 2-1 al Sevilla Atlético, en un partido en el que los aragoneses hicieron valer su superioridad en la primera parte.
Los tantos de Álvaro Vadillo y Gonzalo Melero en los primeros cuarenta y cinco minutos, permitieron al Huesca resistir el acoso al que le sometió el filial sevillista en la segunda mitad, en la que los andaluces desaprovecharon dos claras ocasiones para igualar el marcador.
Todo lo contrario que el Zaragoza, que no desperdició un falló en el minuto noventa de la defensa del Alcorcón para sumar un empate (1-1) en su visita a Santo Domingo, gracias a un gol en propia meta de David Navarro.
Una igualada que permite el equipo aragonés alejarse de la zona de descenso, aunque insuficiente para acercarse a los puestos de promoción, de los que en estos momentos separan al Zaragoza ocho puntos.