La plantilla del Mallorca vuelve a la carga. El conjunto bermellón tiene por delante casi medio año de dura travesía en el que se acumulan los asuntos pendientes. Karpin ha citado a su plantilla en los campos de la ciudad deportiva Antonio Asensio (10.30 horas) para empezar a sudar los turrones de la última semana de asueto y poner la vista en partido ante el Albacete (sábado, 18.00 horas), su primera parada de 2015.
El cuerpo técnico y los futbolistas tendrán que echar la vista atrás para releer las últimas líneas de su hoja de servicios. Porque antes de echar el freno de mano y abrir el paréntesis invernal, el grupo balear siguió quemando todo ese grano que había cosechado entre octubre y noviembre y se detenía sobre la décimo sexta posición de la parrilla. A un único punto del precipicio. Al borde del colapso.
El partido ante el Albacete será el inicio de un itinerario salpicado de baches y curvas en el que el Mallorca podría definir su rol en el campeonato. Tras él, habrá que pasar por caja en Montilivi y recibir a Mirandés y Valladolid antes de irrumpir en el campo de Las Palmas. Todo ello en un mes en el que las dos puertas del vestuario, la de entrada y la de salida, van a permanecer abiertas. Por un montón de razones, hoy empieza el viaje definitivo.