Las Tortugas se convirtieron ayer en el particular Neptuno de unos pocos aficionados del Atlético en la Isla. La Plaça Joan Carles I centralizó la euforia de los seguidores rojiblancos, que festejaron una Copa del Rey cargada de alicientes que invitaban a elevar la alegría de los hinchas. Alargar la racha de títulos en las campañas más recientes, arruinar el final de curso del eterno rival y acabar con la maldición de los derbis levantando el trofeo en el Santiago Bernabéu eran motivos de sobra para celebrarlo en la calle y compartir la alegría con otros aficionados ‘colchoneros'.
Los petardos comenzaron a sonar en algunas esquinas de la capital balear prácticamente al mismo tiempo que Clos Gómez señalaba el final de la prórroga. La dimensión de la celebración no fue la misma que han vivido Las Tortugas en los triunfos del Barcelona, el Real Madrid o la selección española, pero la intensidad de la celebración de la veintena de seguidores rojiblancos suplió la distancia en cantidad de seguidores.
Mientras la madrileña fuente de Neptuno se convertía en el punto neurálgico de los festejos a pocos kilómetros del Santiago Bernabéu, Las Tortugas ejercían de testigo de la alegría ‘colchonera', donde la banda sonora habitual de la grada del Calderón también resonaba en Palma con vítores para Simeone y algún recordatorio al Real Madrid en general y a su técnico, José Mourinho, en particular.
La celebración de los aficionados del Atlético en la Plaça Joan Carles I es la primera y presumiblemente la última de la temporada, ya que la conquista del título liguero del Barça no registró celebraciones multitudinarias en Ciutat al producirse tras el empate del Espanyol y el Real Madrid.