Cerca de 4.000 aficionados han apoyado hoy al Deportivo en el entrenamiento que se ha celebrado a puerta abierta en el estadio de Riazor, el penúltimo antes del encuentro del próximo domingo ante el Mallorca, en el que el conjunto coruñés intentará lograr la primera victoria de la temporada a domicilio y engancharse a la lucha por la permanencia.
La Federación de Peñas del Deportivo convocó a los aficionados la pasada semana para animar al equipo en la sesión de trabajo y la gente ha respondido a esa llamada con aplausos y cánticos desde una de las gradas del estadio.
Los futbolistas escucharon el 'Sí, se puede' que ha cogido fuerza con la victoria ante el Celta de Vigo antes del parón del campeonato, un resultado que ha resucitado a un equipo que parecía muerto y que afrontará esta jornada a tres puntos de su rival regional, a cuatro de su próximo adversario y a seis del Zaragoza, al que recibirá en Riazor la próxima semana.
Tanto el cuerpo técnico del Deportivo como los jugadores agradecieron el detalle de una afición que, pese a que tiene a su equipo en el último puesto de la Liga BBVA, apenas ha dejado de apoyarles en toda la temporada.
Hubo momentos tensos, especialmente tras la derrota ante el Granada (0-3) en febrero, un traspié que provocó la dimisión del técnico portugués Domingos Paciencia, pero, con la llegada al banquillo de Fernando Vázquez, se ha recuperado la sintonía entre afición y equipo.
«Vamos últimos y es impresionante lo que las personas están haciendo. Hay que darle las gracias. Es una afición impresionante. No tengo palabras para describir lo bonito que ha sido hoy. Es muy bonito sentir que está con nosotros y eso nos da más ganas e ilusión», comentó tras el entrenamiento el portugués Luis Miguel Afonso Fernandes 'Pizzi'.