Después de su sorprendente derrota ante Dinamarca en el estreno (0-1), la selección holandesa se la juega en la Eurocopa ante uno de sus históricos rivales, Alemania, en un partido en el que los 'oranje' no tienen prácticamente margen de maniobra.
Holanda y Alemania son 'enemigos habituales', una rivalidad repetida en el concierto europeo y mundial entre vecinos, entre equipos que son referentes en el fútbol.
Pero ambos llegan en situaciones diferentes. Holanda tras una dolorosa derrota, Alemania después de superar a Portugal. El seleccionador holandés Bert van Marwijk tiene que dar una vuelta de tuerca a su equipo.
Recuperará a Joris Mathijsen y de esta manera contará con la pareja de centrales titular, una vez subsanados los problemas físicos del defensa del Málaga.
En las bandas, no habrá sorpresas. A pesar del mal partido de van der Wiel, el lateral derecho del Ajax continuará en su puesto, así como el joven Willems.
Más cambios podrían producirse en el centro del campo. El doble pivote defensivo, con Mark van Bommel y Nigel de Jong, no funcionó. Van Marwijk puede mantener a Van Bommel, pero apostar por Strootman para darle otro aire a su equipo, que necesita ganar.
Dirk Kuyt es una alternativa factible a Robben o a Afellay, quien tiene problemas bucales, mientras que en la punta de ataque la eterna duda es jugar con Van Persie o con Huntelaar. El único que parece tener asegurada una plaza es Wesley Sneijder.
Será el 39 enfrentamiento europeo entre ambas selecciones. Para el recuerdo quedan la final del Mundial de 1974 (2-1 para Alemania) o la semifinal de la Euro de 1988 disputada en Alemania (2-1 para Holanda. En 1974, los alemanes fueron campeones; en 1988, Holanda conquistó la Eurocopa.
La dinámica de Alemania es diferente. El equipo de Joachim Löw llega al duelo con la tranquilidad que le da la victoria ante Portugal y con la posibilidad de sentenciar la clasificación y, de paso, deshacerse de un equipo que sobre el papel es un aspirante al título.
Es de esperar que el equipo que salga mañana se parezca bastante al que ganó contra Portugal aunque el seleccionador, Joachim Löw, ha advertido que a él le gusta «de cuando en cuando» dar alguna sorpresa.
La posible variante que se baraja sería dejar a Bastian Schweinsteiger en el banquillo, que viene de una lesión por lo que una pausa podría ser aconsejable, para darle paso a Toni Kroos que formaría en el doble pivote con el madridista Sami Khedira.
Kroos, por lo demás, jugó en el lugar de Schweinsteiger en el amistoso contra Holanda hace siete meses en el que Alemania se impuso por 3-0 y se asoció de manera bastante efectiva con Khedira y con Mesut Özil.
Sin embargo, hasta ahora Löw ha apostado siempre por Schweinsteiger cuando este ha estado en forma y suele repetir que se trata de un jugador que es clave para todo el equipo por el liderazgo que asume.
En el ataque, Mario Gómez será muy probablemente titular tras su gol ante Portugal.