La selección de Portugal viajará mañana a la ciudad polaca de Opalenica, su base en la Eurocopa, empañada por los resultados de los dos últimos partidos de preparación y envuelta por las dudas que ha suscitado su ineficaz juego.
Un triste empate a cero ante Macedonia, número 98 del mundo, y la derrota de ayer ante Turquía en el lisboeta Estadio de La Luz (1-3) han puesto en alerta al combinado de Cristiano Ronaldo, que se mide a Alemania el próximo 9 de junio, su debut en el conocido como grupo de la «muerte», donde también se encontrará con Dinamarca y Holanda.
«Estamos tristes, pero esta derrota no afecta a nuestra confianza», ha asegurado Paulo Bento, quien ayer cosechó su tercera tropiezo en 16 encuentros como seleccionador luso. El resto son nueve victorias y cuatro empates.
Desconcentración defensiva y una preocupante ineficacia -ante Turquía fueron 17 remates y solo un gol- lastran los atributos del equipo, que ha ganado en dinamismo e intensidad desde que Bento se sentó en el banquillo en septiembre del 2010.
Las incontables ocasiones marradas en los dos encuentros amistosos han dejado en el punto de mira a los delanteros de la selección, sobre todo a Hugo Almeida (Besiktas) y Hélder Postiga (Zaragoza).
A pesar de la explícita confianza del entrenador en sus capacidades, ambos han desaprovechado la oportunidad de rebatir las críticas de la prensa y aficionados portugueses y comienzan a mostrar una aparente falta de confianza.
Ayer mismo, Almeida, con todo a favor para rematar a escasos metros del portero turco, optó por ceder el cuero a un compañero suyo, ya taponado por la zaga.
Cristiano Ronaldo (Real Madrid) y Nani (Manchester United), otros dos de los responsables ofensivos, han salido indemnes de las críticas sobre la artillería lusa. Su positiva actitud y capacidad de liderazgo han contentado a la afición.
«Esta marea negra se convertirá en una ola positiva», aseveró después del encuentro el propio Ronaldo, cuyo discurso sereno a pesar de la derrota le ayudó a reforzar su estatus de capitán y líder.
Su penalti fallado en el 64, cuando el partido estaba 1-2 para Turquía, tampoco cercenó la confianza del astro del Real Madrid: «Los otros penaltis que lancé durante el año fueron bien, en la fase final no han ido como yo quiero, pero van a mejorar», expuso.
No solo preocupa la delantera en Portugal. Anoche, la zaga estuvo también desconcentrada.
En el primer gol, originado en un desborde al debutante lateral derecho Miguel Lopes (Braga y ex del Betis), el central Bruno Alves (Zenit) y el lateral zurdo del Real Madrid Fábio Coentrao no se entendieron para cerrar a Umut Bulut.
En el segundo, un mal pase del medio centro Miguel Veloso (Génova) al propio Alves propició que Bulut repitiese como goleador.
Bento, no obstante, ha insistido en transmitir un mensaje de optimismo: «A pesar de los errores cometidos, construimos cosas importantes que serían suficientes para vencer».
En menos de una semana, Alemania será el rival a batir. Con pocos puntos débiles y «fuerte» en las transiciones ofensivas, en palabras del mismo Bento, la opción de Portugal es apoderarse del control de juego y jugar sin «miedo».
Aparte de los ajustes de juego, el conjunto de las «quinas» afronta un nuevo percance.
El desequilibrante Nani sufrió un golpe en su pie derecho y abandonó La Luz con gestos de dolor. No obstante, Henrique Jones, médico de la selección lusa, pronosticó que no se trata de un problema grave, por lo que es recuperable para el próximo sábado.
Después de día de descanso de hoy, los internacionales portugueses tiene mañana una jornada repleta de actividades antes de partir en avión por la tarde a Polonia.
Entrenamiento por la mañana, un almuerzo con importantes figuras del fútbol portugués y una entrevista con el Presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, serán sus principales compromisos.