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El Real Madrid sabe sufrir para lograr la décima victoria como visitante

El delantero portugués del Real Madrid Cristiano Ronaldo durante el partido. | Efe

| Sevilla, Andalucía, España |

Betis 2 - 3 Real Madrid


Real Betis: Fabricio; Nelson, Dorado, Paulao, Nacho; Beñat, Iriney (Cañas, m.77), Salva Sevilla (Santa Cruz, m.73); Jefferson Montero, Jorge Molina (Pozuelo, m.65) y Rubén Castro.

Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Pepe, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso; Özil (Benzemá, m.88), Kaká (Granero, m.75); Cristiano Ronaldo e Higuaín (Callejón, m.78)

Goles: 1-0, M.10: Jorge Molina. 1-1, M.25: Higuaín. 1-2, M.52: Cristiano Ronaldo. 2-2, M.54: Jefferson Montero. 2-3, M.73: Cristiano Ronaldo.

Árbitro: Eduardo Iturralde González (Comité Vasco). Amonestó a los visitantes Kaká (m.36), Higuaín (m.37) y Arbeloa (m.92) y al local Iriney (m.35).


El Real Madrid demostró que también sabe sufrir para ganar los partidos y ante el Real Betis logró una trabajada victoria por 2-3 que le hace sumar la décima consecutiva como visitante, nuevo récord en este apartado en una misma temporada para un equipo que camina firme hacia el título.

La formación sevillana fue un digno rival para el Real Madrid y siempre luchó por no irse de vacío del partido, pero el desgaste físico hizo mella en el tramo final y también la gran pegada del adversario.

El equipo del portugués José Mourinho llegó a Sevilla con unas estadística de miedo, líder indiscutible con diez puntos de ventaja sobre su máximo rival, el FC Barcelona, y con nueve victorias consecutivas como visitante, pero se encontró a un rival con mucho desparpajo que le jugó de igual a igual desde el pitido inicial.

La fuerza bética en el comienzo, con la ayuda de una animosa grada que casi llenó el Benito Villamarín, le valió al equipo de Pepe Mel para contrarrestar la calidad del adversario.

Una recuperación del balón por la banda izquierda del ataque local cogió descolocada y adelantada a la defensa madridista y una buena acción entre los dos atacantes del equipo verdiblanco acabó con pase de Rubén Castro a Jorge Molina y el fuerte remate de éste ante un Íker Casillas vendido.

No se había rebasado el minuto diez del encuentro y el Real Madrid tuvo que jugar contracorriente frente a un rival que mantuvo las líneas de presión adelantadas y que hizo difícil la conexión del centro del campo con Xabi Alonso y el alemán Sami Khedira y los dos hombres más adelantados, el argentino Gonzalo Higuaín y el portugués Cristiano Ronaldo.

La intensidad de Betis no pudo impedir que a los 25 minutos sí llegara un balón del alemán Mesut Özil a Higuaín entre la adelantada línea defensiva local y que el argentino, tras una gran galopada, se sacara un remate imposible para el portero Fabricio Agosto.

Los béticos protestaron mucho la posible situación de fuera de juego de Higuaín cuando inició la carrera, pero la definición del punta suramericano fue letal para recobrar un nuevo empate en el marcador.

El Betis, de ahí hasta el descanso, lejos de desconcentrarse por el gol encajado, mantuvo las ganas de ir hacia la portería de Casillas y Salva Sevilla gozó de una buena ocasión para poner el 2-1, pero su lanzamiento libre directo al borde de área acabó con el balón repelido por el larguero.

También el Real Madrid se aprovechó de la ofensiva local para encontrar huecos en los contragolpes y así otra vez Higuaín se puso de gol con un balón que le llegó dentro de área, pero en esta ocasión no supo definir.

Arrancó el partido en la segunda parte sin tregua, porque Ronaldo, prácticamente inédito en la primera mitad, se aprovechó de un pase en semifallo del brasileño Marcelo Vieira para batir a Fabricio dentro del área chica, pero la indecisión llegó a renglón seguido al área visitante y fue el ecuatoriano Jefferson Montero el que marcó el segundo tanto bético y su primero con la camiseta verdiblanca.

El partido se mantuvo vibrante y llegaron buenas intervenciones de los porteros, primero una doble de Casillas y poco después otra de Fabricio, también un posible penalti en el área madridista por manos de Xabi Alonso y una sensación de que los de Mourinho le cogieron asco al choque ante un incansable rival que iba a por todas, pero otra vez Ronaldo no perdonó cuando le llegó el balón y consiguió el tercero de su equipo en el mejor momento para los suyos.

Los visitantes, con los refresco de Granero y Callejón y también con el desgaste físico del rival, sí controló la fase final del encuentro aunque siempre con la incertidumbre del corto resultado.

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