La posición del Atalanta, uno de los equipos que este año consiguió el ascenso a la Primera División italiana para la próxima temporada, se vuelve cada vez más complicada en el marco de la investigación que lleva a cabo la Fiscalía de Cremona por un supuesto fraude en las apuestas deportivas.
Los fiscales tomaron declaración este sábado a tres de los detenidos, el dirigente del Viareggio Gianfranco Parlato, el director deportivo del Ravenna Giorgio Buffone y el comercial de Bolonia Francesco Giannone.
Según refieren hoy los medios italianos, varios de los interrogados confirmaron las sospechas contra el capitán del Atalanta, Cristiano Doni, quien ha sido investigado, pero no está detenido, bajo la hipótesis de que pudo participar en el amaño de varios partidos para conseguir beneficios a través de las apuestas.
«La situación es muy crítica para el Atalanta», aseguraron fuentes de la investigación citadas hoy por el diario deportivo «La Gazzetta dello Sport».
El club anunció a últimas horas de la tarde de ayer que ha encomendado a los abogados Jean-Louis Dupont, Luigi Chiappero y Gian Pietro Bianchi la tarea de «asistir y tutelar los intereses y la imagen del club en las sedes pertinentes».
Además, se han encontrado cheques por valor de unos 450.000 euros en Bolonia, en el estudio de Francesco Giannone, comercial del excapitán del Lazio y exinternacional italiano Giuseppe Signori, éste último en arresto domiciliario.
Estos cheques servían, supuestamente, como garantía para las apuestas de varios partidos y podrían probar que existía una trama para la realización de estas apuestas.
Dentro la investigación, se han realizado 16 detenciones y se han visto implicadas una treintena de personas entre futbolistas en activo, ex futbolistas, directivos de clubes, comerciales y titulares de agencias de apuestas.
Los interrogatorios continuarán este lunes y está previsto que en los próximos días declare también el ex futbolista Giuseppe Signori.
Por el momento, forman parte de la investigación 18 partidos de los campeonatos de serie B y serie C, aunque no se descarta que pueda haber más encuentros implicados, entre ellos varios de la máxima categoría.
Las pesquisas comenzaron hace seis meses, a partir de una denuncia del Cremonese (de categorías inferiores), después de que cinco de sus jugadores se intoxicaran durante el partido contra el Paganese disputado el 14 de noviembre de 2010 y que acabó con 2-0.
Según los investigadores, el entonces portero del Cremona y uno de los detenidos, Marco Paoloni, suministró un somnífero a sus compañeros para disminuir su rendimiento y condicionar el resultado del encuentro.
Este domingo se reunieron en Roma el presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI), Giovanni Petrucci, y el presidente de la Federación italiana de Fútbol (FIGC), Giancarlo Abete, para tratar el asunto.
A través de una nota, ambos organismos convinieron en la «necesidad de reforzar la colaboración entre los sujetos encargados de tutelar el orden estatal y los que velan por el orden deportivo, para poner en marcha instrumentos que permitan contrarrestar la actividad ilegal ligada a las apuestas».
El presidente de la FIGC comunicará mañana al CONI las «iniciativas inmediatas» que este organismo prevé adoptar en el Consejo Federal que celebrará el 9 de junio, para «favorecer la celeridad de los procedimientos relacionados con los problemas surgidos en los últimos días».