Vicente del Bosque, seleccionador español, aseguró que los jugadores afrontan sus dos amistosos de la gira americana, mañana sábado ante Estados Unidos y el miércoles siguiente frente a Venezuela, con «buen ambiente y muchas ganas de hacer dos buenos partidos».
«Los jugadores no tienen problemas entre ellos, existe buen ambiente y muchas ganas de hacer dos buenos partidos», explicó el técnico a los medios de comunicación durante el viaje hacia Estados Unidos, donde la expedición del equipo nacional aterrizó esta madrugada y quedó concentrado en Providence (Rhode Island). El entrenador, que resaltó «la buena actitud de los jugadores en los últimos amistosos, a pesar de los resultados», también habló sobre próximos encuentros de la selección. «Trataremos de llevar como siempre a los mejores y hacer un buen papel», dijo Del Bosque. La selección completó ayer a las 18.30 hora local (00.30 en España) su primer entrenamiento en tierras norteamericanas, con la mirada puesta en el duelo de mañana en el estadio Gillete de Boston frente a Estados Unidos.
La expedición, encabezada por el seleccionador, Vicente del Bosque, y compuesta por 23 futbolistas, con las novedades de Bruno Soriano, Borja Valero y Alvaro Negredo, que regresan a la selección, y del debutante Manu Del Moral, completó un viaje de unas ocho horas desde Madrid hasta su llegada a Providence.
Allí, España permanecerá concentrada hasta mañana, cuando jugará frente a Estados Unidos en el estadio Gillete de Boston, y posteriormente viajará a Puerto de la Cruz, en Venezuela, donde tres días más tarde, el próximo miércoles, disputará otro amistoso ante la selección de ese país. Por otra parte, el efe de los servicios médicos del Barcelona, Ricard Pruna, celebró que el centrocampista azulgrana Xavi Hernández no haya sido convocado para los amistosos de la selección española para este junio, ya que «era fundamental» que el jugador descansara tras la intensa temporada. Un año futbolístico que el de Terrassa ha finalizado «mejor de lo esperado», según admitió Pruna. El centrocampista catalán arrastra una lesión crónica en el tendón de Aquiles que aún debe tratar, a lo que se suma una temporada cargada de partidos en los que su equipo ha llegado a dos finales (Copa del Rey y Liga de Campeones), además de una intensa Liga en la que la presión del Real Madrid no ha permitido ningún tipo de tregua.