Real Sociedad 1 ? 3 Hércules
Real Sociedad: Bravo; Carlos Martínez, Ansotegi, Mikel González, De la Bella (Labaka, min. 28); Rivas (Ifrán, min. 73), Aranburu, Xabi Prieto, Griezmann (Sarpong, min. 73), Zurutuza; Tamudo.
Hércules: Calatayud; Juanra, Peña, Paz, Cortés; Farinós (Sendoa, min. 56), Drenthe, Abel Aguilar, Kiko (Rufete, min. 75); Portillo (Cristian, min. 84) y Valdez.
Àrbitro: Velasco Carballo (Madrid). Amonestó a Tamudo, Diego Ifrán, Calatayud, Abel Aguilar, Juanra, Farinós y Kiko.
Goles: 0-1, min. 70: Portillo. 0-2, min. 84: Drenthe. 0-3, min. 89: Drenthe. 1-3, min. 90: Ifrán.
El Hércules logró un triunfo en el estadio de Anoeta (1-3) que le puede dar alas en su lucha por la permanencia, ante una Real Sociedad a la que se le ha hecho muy larga la última parte de la temporada y se ha metido en serios problemas.
El conjunto levantino quiso agradar a su nuevo técnico, un Miroslav Djukic que pudo finalmente sentarse en el banquillo, y desde el pitido inicial cercó a los donostiarras con un Drenthe estelar, mostrando su calidad después de las críticas que ha padecido durante buena parte de la temporada.
El Hércules mostró el nivel que ya se presumía, el que ha tenido oculto durante una buena parte de la Liga y que, de haber mostrado en otros encuentros, le habría evitado pasar los apuros actuales.
Estuvo cerca de marcar el once alicantino a los 20 minutos en un cabezazo de Juanra que paró con acierto por Claudio Bravo. Valdez tendría instantes después otra oportunidad de gol que nuevamente Bravo resolvió con acierto.
La Real despertó en el tramo final del primer tiempo y en un minuto loco, el 38, condensó todo su fútbol de ataque del partido con remates consecutivos de Aranburu, Zurutuza y Mikel González que llevaron mucho peligro.
Griezmann tuvo en sus botas la mejor oportunidad en el minuto 44, pero se encontró enfrente con Calatayud cuando la grada cantaba el gol.
El choque se trabó en el segundo tiempo, con exceso de respeto por ambas partes y un quiero y no puedo en los últimos metros que abocó a un final de ruleta rusa en el que podía pasar cualquier cosa.
Y pasó lo que temía toda la grada donostiarra. En una contra, Kiko puso un balón medido a la cabeza de Portillo y éste remató sin oposición para adelantar a su equipo.
Drenthe mantuvo las esencias de su fútbol hasta el final y, con un fondo físico relevante, metió primero el 0-2 cuando la Real se descomponía y luego un gran tercer gol en los últimos segundos.
El uruguayo Ifrán maquilló el marcador con todo decidido.