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El Valencia remontó ante un buen Málaga que jugó mucho tiempo con nueve

El delantero del Valencia CF Roberto Soldado (de frente) celebra su gol, segundo de su equipo, junto a su compañero Juan Mata. | Efe

| Mestalla |

Valencia 4 - 3 Málaga


Valencia: Guaita, Miguel, Stankevicius, Dealbert (Banega, m.46), Mathieu, Maduro, Tino Costa, Pablo (Joaquín, m.69), Mata, Jordi Alba (Soldado, m.46) y Aduriz.

Málaga: Asenjo, Jesus Gámez, Hélder Rosario, Demichelis, Eliseu, Apoño, Maresca (Manolo Gaspar, m.21), Camacho, Duda (Seba Fernández, m.70), Baptista y Rondón (Recio, m.68).

Goles: 0-1, m.10: Rondón. 1-1, m.17: Mata, de penalti. 1-2, m.34: Rondón. 2-2, m.53: Soldado. 3-2, m.67: Banega. 3-3, m.79: Baptista. 4-3, m.90: Aduriz.

Àrbitro: Rubinos Pérez (comité madrileño). Amonestó a Aduriz y Maduro por el Valencia y por el Málaga a Baptista, Apoño y Asenjo. Expulsó con roja directa a Demichelis (m.17) en la jugada del penalti que supuso el empate a uno para el Valencia y Rosario (m.67) al protestar al juez de línea en un córner. También expulsó al técnico del Málaga, Manuel Pellegrini (m.82).


El Valencia remontó en el último minuto ante el Málaga, un equipo que acabó con nueve, que le ridiculizó en el primer periodo y que no pudo hacer valer en el segundo su ventaja en el marcador ante un Valencia que tuvo en la superioridad numérica la clave del triunfo.

La primera parte fue claramente del equipo andaluz y en la segunda, el Valencia jugó mejor, pero con dos hombres más vio como el Málaga le empató a tres, por lo que tuvo que recurrir a la épica para ganar en el último suspiro del encuentro.

El Málaga sólo alineó como titulares a tres futbolistas (Gámez, Eliseu y Rondón) de los que iniciaron la Liga en La Rosaleda ante el Valencia con una derrota hasta casi cinco meses y el equipo andaluz, al menos en la primera mitad, nada tuvo que ver con el de aquel partido.

En ese periodo, el Málaga ridiculizó al Valencia a base de fútbol y de goles, a pesar de que jugó desde el minuto 17 con un hombre menos, lo que no le impidió controlar el partido y convertir al guardameta Guaita en el mejor del conjunto local.

A los 40 segundos ya había hecho Guaita una magnífica parada y cuando llegó el 0-1 a los diez minutos, el Málaga ya dominaba al Valencia en todas las facetas del juego.

El partido siguió en la misma tónica hasta que el Valencia se encontró con un claro penalti sobre Mata que conllevó la expulsión de Demichelis. Llegó el empate, pero nada cambió en lo futbolístico.

Tras el gol, el técnico del Málaga, Manuel Pellegrini, dio entrada a Manolo Gaspar por Maresca (m. 21) y Gámez pasó a jugar de central. El Málaga, en inferioridad, tuvo las ideas más claras y manejó el partido hasta el descanso.

Ese control del encuentro le permitió volver a marcar, de nuevo por medio de Rondón, por lo que el partido llegó a su ecuador con ventaja para el que más la había merecido.

Unai Emery, técnico local, hizo cambios en el descanso. Banega y Soldado en lugar de Dealbert y Jordi Alba. El Valencia parecía otro equipo. Su dominio, con un juego frenético, fue absoluto en los primeros minutos de la reanudación y pronto llegó el empate, logrado por Soldado.

El Valencia se había adueñado del partido gracias a los cambios, al gol de Soldado y a la velocidad en su juego, con lo que el Málaga acusó la inferioridad y no encontró la forma de llevar el partido a otro terreno.

Las llegadas de los delanteros del Valencia eran constantes y en el minuto 65 se produjo la expulsión de Rosario tras protestar un córner. De inmediato Banega hizo el 3-2, un gol muy protestado por los jugadores del Málaga, alguno de los cuales amagó con retirarse del partido.

Con el marcador en contra y dos hombres menos, el Málaga apenas tuvo opciones de meterse en el partido, pero en una de sus escasas llegadas a la meta de Guaita, Baptista hizo el empate a tres (m.79).

Para el Málaga, con dos menos, los diez minutos finales fueron muy largos y en el 90 Aduriz puso el 4-3 en el marcador, lo que dejó los puntos en poder del Valencia, que necesitó de la superioridad numérica para imponerse a un rival que durante muchos minutos fue mejor que el equipo valenciano.

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