El fútbol francés ha fijado la vista en Iván Ramis. El defensa del Mallorca, que la temporada pasada ya estuvo a un paso de fichar por el Celtic de Glasgow, podría estar ahora en el punto de mira del Paris Saint Germain de cara al mercado de invierno, tal y como apuntan estos días varios medios de comunicación del país galo, entre ellos el diario 'L'Equipe'. El central balear renovó a principio de temporada su compromiso con los bermellones hasta el año 2015, pero teniendo en cuenta las dificultades econonómicas del club de Son Moix, una buena oferta le abriría la puerta de salida.
La progresión de Ramis no ha pasado inadvertida lejos de la Isla. La figura del zaguero ha crecido varias tallas en los últimos años y además del interés que han mostrado de un tiempo a esta parte algunos conjuntos de la Liga (Villarreal, Sevilla o Espanyol ya le tentaron durante el pasado verano), su fútbol y su margen de mejora (recientemente ha cumplido 26 años) le convierten en uno de los elementos más atractivos del vestuario bermellón. Eso es precisamente lo que ha observado el Paris Saint Germain, que está obligado además a encontrar un jugador con el que cubrir las bajas que se atisban a final de curso en el eje de su defensa. La intención de los parisinos sería hacerse cuanto antes con los servicios del mallorquín para incrementar sus prestaciones de cara a la segunda mitad del ejercicio y poder contar con él a partir de los dieciseisavos de final de la Europa League, donde han quedado emparejados con el Lille tras una excelente fase de grupos en la que coincidió con el Sevilla.
Después de un agitado estío marcado por su posible salida, Ramis se han mantenido como uno de los elementos fijos en los esquemas de Michael Laudrup y ha intervenido ya en quince encuentros del campeonato nacional de Liga y en otros dos de la Copa del Rey. En el caso de producirse, su marcha tampoco alteraría demasiado los planes del Mallorca, que cuenta con otros tres centrales en nómina (José Carlos Nunes, Rubén González y Martí Crespí) y que podría afrontar los últimos cinco meses de competición sin perder demasiada potencia en su sistema de seguridad.