Vicente Del Bosque e Iker Casillas se reencuentran con el estadio Hampdem Park, donde fueron protagonistas en la última Copa de Europa conquistada por el Real Madrid, el 15 de mayo de 2002, y lo hacen alejados de sentimentalismos, centrados únicamente en conseguir el tercer triunfo de España camino de la Eurocopa 2012.
La 'Novena' del Real Madrid pasó a la historia por el gol de Zidane, la belleza plástica del gesto en un zurdazo con el cuerpo acomodado desde la frontal, en una noche especial para todos pero aún más para Iker Casillas en el triunfo, 2-1, ante el Bayer Leverkusen.
Del Bosque le había quitado la titularidad para dársela a César Sánchez. Fueron tres meses duros que vieron su recompensa en el minuto 67 de la final, cuando por una desgracia del portero titular le llegó el momento a Casillas. Respondió con una de las actuaciones estelares de su carrera. Tres paradas salvadoras en el descuento que iniciaron una leyenda, engrandecida en la conquista de la Eurocopa y el Mundial.
Ese mismo día de la final, Florentino Pérez se reunía con Arsene Wenger en Glasgow. Su confianza en Del Bosque disminuía y el título más prestigioso impedía el cambio en el banquillo. El actual seleccionador siguió un año más en el Real Madrid, engrandeciendo su palmarés con una Copa Intercontinental y la Liga que puso el punto y final a su exitosa trayectoria como técnico madridista.
Quizás por eso, a Del Bosque no le gusta recordar el pasado y menos en público. Preguntado en rueda de prensa por su vuelta a Hampdem Park fue escueto. "No soy especialmente nostálgico ni miro para atrás. Mañana nos jugamos tres puntos vitales para la clasificación con España. Son recuerdos bonitos y nada más".
Analizó con mayor detenimiento aquel día Casillas, pero también distanciado de hacer especial el regreso al estadio donde ganó la Copa de Europa, al sentirse en un momento diferente.
"Ya está lejos en mi memoria. Hace ocho años que pisé Glasgow por última vez, fue un bonito recuerdo porque fue la novena Copa de Europa que ganó el Real Madrid, pero ya ha llovido bastante. De alguna manera es bonito regresar, pero completamente diferente a lo que vine la última vez", manifestó.
"Aquel día venía de dejar de jugar en mi equipo, el Real Madrid, durante tres meses, de marzo a mayo. Y ese día se dio la circunstancia de la lesión de un compañero y tuve que salir los últimos 25 minutos. Aparte de la lesión de César, a los tres días también nos íbamos al Mundial de Japón y Corea, y tuvo mala suerte Cañizares. Me permitió ir de titular con la selección española", recordó.
El actual capitán de la selección española y el Real Madrid califica como "pequeño punto de inflexión" aquella noche de Glasgow en el Hampdem Park. "Venía de no participar con mis compañeros y por fortuna salió bien la cosa a pesar de haber estado un tiempo largo sin jugar".
Ahora, tanto Del Bosque como Casillas regresan ocho años después a Glasgow con el éxito más importante de sus carreras en su historial, conseguido hace tres meses, cuando en Johannesburgo se proclamaron campeones del mundo.