Real Sociedad | 0 |
Barcelona | 0 |
Calvià | 3 |
Sant Jordi | 2 |
REAL SOCIEDAD: Riesgo (*); López Rekarte (*), Labaka (*), Brechet (*), Barkero (*); Mikel Alonso (*), Xabi Prieto (*), Karpin (*), Aranburu (*), Gari Uranga (*) y De Paula (*).
Cambios: Gabilondo (*) por Xabi Prieto y Mladenovic (*) por Karpin.
BARCELONA: Jorquera (*); Navarro (*), Puyol (*), Oleguer (*), Sylvinho (*), Márquez (*), Motta (*), Ednilson (*), Iniesta (*), Giuly (*) y Etoo (*).
Cambios: Larson (*) por Sylvinho; Gabri (*)por Motta y Damià (*) por Giuly.
Àrbitro: Medina Cantalejo (Comité Andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Karpin.
Efe|SAN SEBASTIÀN
Valery Karpin no volverá a vestirse de corto tras poner el punto final a una excelente carrera que hubiera merecido un marco más brillante que el que ofrecieron la Real Sociedad y el Barcelona, que mostraron idéntica desgana en el último encuentro de la temporada.
Los actos previos al encuentro parecieron despistar a los dos equipos que se tomaron el partido como si de un bolo veraniego se tratara, sin ritmo y sin tensión alguna, lo que provocó un soberano aburrimiento en las gradas.
El conjunto barcelonista no tenía otro objetivo que aupar a Samuel Etoo al liderato del Pichichi y de la «Bota de oro», con lo que la búsqueda casi obsesiva del jugador camerunés centró el poco fútbol que exhibió el campeón de Liga.
Etoo tuvo una gran oportunidad para haber incrementado su espectacular cifra de goles de esta temporada en el minuto 25, tras una combinación con su compañero Iniesta que desaprovechó al fallar lo más fácil y enviar el balón al lateral de la red.
En el otro bando Karpin quería agradar a los aficionados y en los minutos que ponían el brillante broche a su extensa y excelsa carrera derrochó entrega, lo que fue agradecido por su público con los habituales gritos de «Karpin, quédate».
El choque era un auténtico despropósito, inesperado además porque se confiaba en las ganas de ofrecer espectáculo por parte de los dos conjuntos antes de echar el cierre a la temporada, y solo algunas acciones individuales y lanzamientos a balón parado despertaban Anoeta.
La segunda mitad tuvo un desarrollo más dinámico, aunque el guión poco se alteró porque en el bando blaugrana seguía dependiendo casi en exclusiva de Etoo, que nuevamente pudo marcar en un lanzamiento de falta, que no es su especialidad, aunque el balón no se coló por muy poco en la puerta de un Asier Riesgo que tampoco hizo nada por evitar el lanzamiento del delantero africano.