Espanyol, Celta y Valladolid persiguen un mismo objetivo: lograr la permanencia otro año más en Primera División. El Espanyol se juega hoy su futuro en una última jornada de liga dramática, en la que los pupilos de Luis Fernández dependen de sí mismos para asegurarse la permanencia en Primera División, ante un rival que perdió la categoría el pasado 19 de abril. Tal como señaló a principios de esta semana el presidente del club, Daniel Sánchez Llibre, el partido ante el Murcia supone mucho más que tres puntos. La estabilidad económica y social de la entidad, inmersa en la construcción de un nuevo estadio cuyas obras empezarán en breve, depende de continuar en la máxima categoría. El descenso sería un golpe muy duro, más allá del aspecto meramente deportivo, lo que hace que desde el Consejo de Administración se vea la jornada de este domingo con temor ante la trascendencia de la misma.
Aún así el Espanyol es el equipo con más opciones matemáticas de salvarse de los tres que se juegan el descenso, ya que es el único que depende de si mismo y la victoria sería suficiente. El empate también podría ser válido, siempre que Celta o Valladolid no ganen sus encuentros ante Mallorca y Villarreal, respectivamente. Por su parte, el entrenador del Real Valladolid, Antonio Sánchez Santos, recordó ayer respecto a las opciones de permanencia de su equipo en primera división que «resultados extraños se han visto siempre a final de cada temporada» y si ganan puede haber «milagro». El Real Valladolid depende de una triple «carambola» para mantener la categoría, ya que debe ganar al Villarreal y esperar a que no lo hagan Espanyol y Celta en sus partidos.
El boliviano Juan Manuel Peña se encuentra totalmente recuperado de su sobrecarga muscular y Alberto Marcos todavía nota alguna molestia, aunque los médicos creen que responderá al tratamiento y estará en condiciones de jugar. Santos ha explicado que el equipo volvió de Sevilla «con los ánimos muy bajos», pero que durante la semana todo se fue «normalizando». «Se respira la tensión lógica de lo que está en juego y hay que tratar de que esa presión no nos domine», manifestó el entrenador zamorano que espera a un Villarreal «muy motivado» para conseguir clasificarse para la Copa de la UEFA y «nos lo pondrán difícil», subrayó. Por último, el Celta afronta el trago más duro de los últimos tiempos en el encuentro en el que necesita una victoria ante el Mallorca hoy en Balaídos y esperar que el Espanyol no logre ganar al Murcia para mantener la categoría.