Más de 20.000 seguidores del Atlético de Madrid dieron el último adiós ayer a Jesús Gil, quien fuera presidente del club rojiblanco durante los últimos 17 años, que falleció el viernes como consecuencia de un infarto cerebral. La afición del Atlético volvió a acudir en masa al estadio Vicente Calderón, pero en esta ocasión no fue para animar al equipo, sino para mostrar su condolencia a la familia Gil, que durante toda la mañana recibió el apoyo de autoridades políticas y representantes del mundo del fútbol y del espectáculo. Instalada en la sala de honor del estadio, por la capilla ardiente pasaron más de 20.000 aficionados, según fuentes del club, durante las seis horas que permaneció expuesto el féretro de Gil, cubierto con una bandera rojiblanca. Desde las diez de la mañana a las cuatro de la tarde, el tiempo que permaneció abierta la capilla ardiente, miles de seguidores rodearon el estadio Vicente Calderón y completaron, con sentidas dedicatorias, los cinco libros de condolencias que el club dispuso para que expresasen sus sentimientos.
La sala de honor se convirtió en el centro del peregrinar de personalidades y aficionados anónimos que trataban de consolar a la familia y mostraron su respeto ante el féretro, que estuvo flanqueado por las tres Copas del Rey y la Copa de la Liga, los trofeos que conquistó el Atlético durante el mandato de Gil. A primera hora, llegó el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón y, poco después, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que destacó que lo nunca se podrá poner en duda «es el amor de Gil al Atlético». «Era emocionante oirle decir que tenía guardada una bandera del Atlético para que le enterrasen con ella», comentó.
A mediodía, los representantes del máximo rival. Jorge Valdano, y Emilio Butragueño, por parte de la directiva, los capitanes de la primera plantilla Raúl González y José María Gutiérrez, acudieron al estadio Vicente Calderón tras el entrenamiento del equipo. «Era nuestro azote, pero nos acordaremos mucho de él», recordó Valdano, poco antes de que se sumase al duelo el presidente madridista, Florentino Pérez. No fue el único dirigente que quiso consolar a los familiares. También se personaron el presidente de la Federación Española, Angel María Villar, recién llegado de Zúrich, donde participó en la