Efe BARCELONA
El Barcelona zanjará con la sanción económica más alta que el
régimen disciplinario le permite, pero cuyo importe no ha desvelado
por razones de confidencialidad, el acto de indisciplina
protagonizado por el portero Víctor Valdés. Valdés, que había sido
11 veces titular del primer equipo esta temporada, se negó a
entrenarse el pasado sábado y a jugar el domingo con el Barcelona
B, pese a ordenárselo el técnico, el holandés Louis van Gaal.
La decisión de cerrar el asunto con una simple multa se tomó en una reunión celebrada ayer en la que el portero, acompañado de su representante, Josep Maria Orobitg, pidió disculpas por su actitud y se comprometió a acatar la disciplina del club.
El director general del Barcelona, Xavier Pérez Farguell, que asistió a la reunión en representación del club, junto con el presidente, Joan Gaspart, y el propio Louis van Gaal, explicó a los periodistas que se había trabajado para «restablecer la normalidad» en este asunto y «solucionarlo» de la mejor manera posible. Pérez Farguell aseguró que Valdés «continuará con el régimen que tenía actualmente», basado en entrenarse habitualmente con el primer equipo, pero «estando a disposición para jugar con el Barcelona B y ejercitarse con el filial cuando su técnico quiera».
El portero únicamente será sancionado económicamente, en aplicación del «régimen disciplinario» del club, pero no tendrá castigo deportivo alguno, remarcó Pérez Farguell. «La actitud de reflexión y de buena voluntad (de Valdés) debe ser valorada positivamente. Esperamos que esto no tenga ninguna repercusión en la carrera del jugador, que se presenta como prometedora».