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Primera División

El Atlético emerge y logra su primer triunfo en casa

El Rayo acusa la expulsión de Graff y causa una pobre impresión / García Calvo y Torres firman los goles

2 AT. MADRID: Burgos (H), Contra (H), Santi (H), García Calvo (HH), Carreras (H), Jose Mari (H), Emerson (H), Albertini (H), Luis García (H), Correa (H)y Fernando Torres (HH)
Cambios: Hibir por Carreras, Movilla por Albertini y Jorge por Luis García.
0 RAYO VALLECANO: Etxeberría (H), Mario (H), Corino (H), Mainz (H), Graff (H), Julio Àlvarez (H), Onopko (H), Mora (H), Tal (H), Quevedo (H) y Bolo (H)
Cambios: Camuñas por Mario Peragón por Corino y Dorado por Mora.
Àrbitro:
Daudén Ibáñez, Comité Aragonés. Mostró tarjeta amarilla en el Rayo a Graff, doble, Onopko, Dorado, Peragón, Camuñas y a su entrenador, Fernando Vázquez, y en el Atlético a Carreras, Correa e Hibic.
Goles:
1-0, minuto 5, García Calvo.
2-0, minito 55, Torres, de penalti.

Efe MADRID
El Atlético de Madrid logró su primera victoria en su estadio tras su regreso a Primera y lo hizo con tranquilidad y comodidad ante un fácil Rayo Vallecano, que dejó una impresión muy pobre. Sin embargo, los locales provocaron un sabor agridulce a su afición, porque si bien se estrenó en su estadio dejó claro que le sigue faltando juego y gol.

El Atlético se encontró enseguida por delante en el marcador. Una falta en el minuto 4, la misma que le costó a Graff la primera amarilla, en cuya salida la defensa rayista falló en cadena, dio la oportunidad a García Calvo de estrenar su casillero. La afición atlética se frotaba las manos ante la debilidad de los visitantes, pero el Atlético convirtió la tranquilidad del 1-0 en relajo y el Rayo, por medio de un cabezazo de Bolo, estuvo a punto de marcar a la salida de una falta. La salida de Jorge en la segunda parte fue decisiva forzó el penalti que dio al Atlético el segundo gol, sino que dotó a sus compañeros de un ritmo del que carecieron durante el primer tiempo y llevó, junto a Torres, la poca emoción que hubo a las gradas. El segundo gol local acabó por quitar al Rayo la poca moral con la que compareció. Con uno menos, sin balón, cargado de tarjetas y con dos goles en contra sólo en las jugadas de estrategia llevó algo de peligro a la meta de Burgos.

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