Cuando los dirigentes aparecen por la Ciudad Deportiva es síntoma de que las cosas no van bien. Ayer Jorge Valdano, director general del Real Madrid, se acercó hasta los campos de entrenamiento de La Castellana y se reunió con la plantilla al completo, por espacio de veinte minutos, para hablar de la situación tras los últimos resultados. El ejecutivo habló de «crisis tolerante» la pasada semana pero poco a poco la bola se va haciendo más grande y la situación poco a poco se vuelve insostenible.
Los jugadores del Real Madrid están incómodos. Niegan que exista crisis, aunque reconocen que no están en su mejor momento, y que sólo es cuestión de tiempo para que todo vuelva a la normalidad. Valdano se reunió con los jugadores en una especie de terapia colectiva. Después, los jugadores saltaron al césped con semblantes serios y Del Bosque siguió unos instantes charlando con Roberto Carlos y Michel Salgado, entre otros. A la conclusión de la sesión preparatoria, el capitán del equipo, Fernando Hierro, salió a dar la cara a la sala de prensa. No hubo recriminaciones de nadie hacia nadie, pero se habló de la situación y de que se debía intentar poner fin a esta escalada de malos resultados.
La visita a Riazor, sería una gran oportunidad para dar un portazo a la crisis. Pese a todo, lo que está claro es que el equipo se ha clasificado para la segunda ronda de la Liga de Campeones, está a un paso de la cabeza de la Liga y vivo en la Copa del Rey. Por mucho que el equipo no haya conseguido la victoria en los últimos cinco partidos y que haya perdido en el Bernabéu después de mucho tiempo.