Natural de la localidad sevillana de La Algaba, Diego Tristán Herrera pasa por su momento futbolístico más dulce a los 25 años. Llegó en el verano de 2000 procedente del Real Mallorca y en su etapa en el Deportivo se está consumando como el delantero goleador que le gustaría tener a los mejores clubes del mundo. Por eso el club le estipuló una cláusula de 20.000 millones de pesetas. Tristán se consolida como máximo artillero de la Liga (7 goles) y su sociedad con Juan Carlos Valerón y hacen que el delantero andaluz sea como una apisonadora ante la defensa y el portero rivales.
En el actual campeonato liguero Tristán participó en siete partidos y suma siete goles que le reafirman como el máximo aspirante al «Pichichi» de la temporada. Anotó 1 contra el Valladolid (4-0), 1 ante el Athlétic de Bilbao en Riazor (1-2), 2 frente al Zaragoza en La Romareda (1-2), 1 al Sevilla en casa (1-0) y 2 al Osasuna también en campo propio (5-1).
Aunque la realidad no deja lugar a la duda en cuanto al mayor acierto de Tristán con respecto a los dos ases máximos del fútbol español, como el madridista Raúl y el barcelonista Rivaldo, el jugador deportivista se lo toma con humildad: «No me siento el más observado, atravieso un buen momento pero me lo tomo con tranquilidad, tengo los pies en el suelo».