FRANCISCO ÀVILA-BARCELONA
Los compromisarios del FC Barcelona asistentes a la Asamblea de hoy
tendrán una agenda repleta, ya que deberán decidir sobre cuestiones
trascendentes para la vida de la entidad, todas ellas englobadas en
la revisión de los estatutos de la entidad. Durante muchos
ejercicios, el papel de los compromisarios, un porcentaje de socios
que representan al total de los abonados barcelonistas, se limitaba
prácticamente a la aprobación del balance contable del ejercicio
anterior y de la memoria anual, así como la aceptación del
presupuesto para la próxima temporada.
Sin embargo, en la cita de hoy y a expensas de las promesas de modernización del club realizadas en su día por el presidente Joan Gaspart, los compromisarios serán los que decidan sobre cuestiones hasta ahora intocables en la biblia estatutaria del Barcelona. Así se decidirá sobre la actualización del censo, la limitación de mandatos electorales, la denominación oficial del estadio -Camp Nou-, la fecha de las convocatorias electorales, la supresión del aval bancario para los candidatos o la anulación de la norma por la cual un extranjero no puede presidir la entidad.
La revisión de los estatutos del club, que en opinión de muchos expertos se habían quedado obsoletos con el paso del tiempo, fue una cuestión prioritaria cuando Gaspart se puso al frente de la nave, tanto que buscó a un jurista de consenso, el ex secretario general del Deporte de la Generalitat, Josep Lluís Vilaseca, para concretar el cambio necesario. Vilaseca, al frente de un grupo de expertos integrados bajo de la denominación «comisión estatuaria siglo XXI», tomó cartas en el asunto, promovió una consulta entre los socios y ofreció una serie de alternativas que después la directiva hizo suyas. El primer paso realizar una consulta entre los socios.