Hoenderloo ha pasado a engrosar la lista de enclaves que figuran en la trayectoria de Llorenç Serra Ferrer, un periplo que comenzó en sa Pobla y que siempre ha apuntado al norte. El técnico mallorquín está viviendo en tierras holandesas el comienzo de la etapa más dulce de su carrera. Después de una interesante incursión a los despachos, donde participó durante dos temporadas en el rediseño del fútbol base blaugrana, Serra ha saltado al vértice de la pirámide barcelonista en compañía de Pep Alomar, quien fuera su preparador físico durante el periodo en que el mallorquín dirigió al Betis.
La concentración del Barça en tierras holandesas ha venido a confirmar la excelente sintonía que se ha creado entre el tándem Serra-Alomar y el entorno blaugrana. La pareja mallorquina ha conectado a la perfección tanto con los componentes de la plantilla como con los periodistas que cubren la información del primer equipo. En la inevitable comparación con Louis Van Gaal, Serra Ferrer gana al holandés por goleada aunque todo el mundo es consciente que la presión y las exigencias de una pretemporada no son comparables a las que se dan con el curso comenzado. Pero faltan aún cinco semanas para el comienzo de la liga y por el momento todo sonríe a Serra Ferrer, cuya felicidad aumentó considerablemente ayer con la incorporación de Rivaldo.
La llegada del astro brasileño provocó un espectacular revuelo en el cuartel general del Barcelona. La renovación de Rivaldo ha sido la mejor noticia que ha recibido Serra Ferrer estos días ya que sin duda se trata del mejor refuerzo con que puede contar para afrontar esta primera temporada al frente del FC Barcelona. Los primeros días de concentración se están caracterizando por la tranquilidad. Serra Ferrer y Pep Alomar aprovechan estas jornadas para realizar las probaturas pertinentes a fin de comenzar a perfilar un posible once base para la temporada. A la vista de ello, el mallorquín se está decantando en principio por un 3-2-3-2.