El técnico Louis van Gaal cargó ayer duramente, en la conferencia de prensa en la que anunció su marcha del FC Barcelona, contra la presión que ejerce el entorno del club y contra algunos jugadores, cuyos nombres no quiso revelar, a quienes reconoció que no ha sabido convencer de su filosofía. El técnico, que aseguró que renuncia a cobrar ninguna peseta por rescindir los dos años que le quedan de contrato, señaló, sin embargo, que la razón principal para su marcha es su «solidaridad» con el presidente del Barcelona, José Luís Núñez, que también renunciará a su cargo tras convocar elecciones en el club.
Van Gaal dijo que Núñez, de quien aseguró que es «un gran presidente, sabe dirigir un club y además es una buena persona» y le ha apoyado «desde el primer minuto hasta el final». Por ello aseguró que habría continuado en el club de haber seguido Núñez. El holandés hizo un balance positivo de sus resultados como entrenador del Barcelona, tras ganar dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa de Europa en tres temporadas.
Otro de los éxitos que se atribuyó Van Gaal es el haber estado luchando esta temporada «hasta el final por tres títulos, pese a no haber conseguido ninguno, y haber quedado los tres años en la Liga por delante del Real Madrid, aunque un periodista le recordó que en ese período el equipo blanco ha ganado una Liga de Campeones y podría conseguir la segunda si vence al Valencia en la final el próximo miércoles.