Nicolas Anelka, delantero francés del Real Madrid, compareció ayer a petición propia para pedir perdón a sus compañeros, al club y a socios y aficionados, al mismo tiempo que aceptó la sanción económica que le fue impuesta y se puso a disposición de los técnicos.
Anelka apareció en la sala de prensa del estadio Santiago Bernabéu acompañado del director general del Real Madrid, Julio Senn, que fue el encargado de explicar que el jugador «comparecía a petición propia, que leería en español un comunicado y que no aceptaría preguntas a la conclusión del mismo», dijo.
El jugador francés, con un media sonrisa y con un folio en las manos, aguantó estoicamente las ráfagas de las cámaras fotográficas y después comenzó su discurso. «Buenas tardes. El motivo de hablar es pedir públicamente disculpas por la actitud de estos últimos días que no han beneficiado ni al club ni a mi persona», declaró a modo de introducción.
«Pido disculpas a la plantilla, al club y a los socios y aficionados del Real Madrid. Soy consciente de que por no haber acudido a los entrenamientos durante tres días merezco una sanción del club», siguió el jugador leyendo en español con muchas dificultades. «Comprendo los muchos compromisos que tiene el club y me pongo a disposición de los técnicos. Acepto la sanción económica y deseo los mejores éxitos deportivos al club en todas las competiciones que disputa», finalizó Nicolas Anelka. En ochenta segundos el delantero francés dio por concluida su comparecencia ante la prensa.