El decano del fútbol balear vivió ayer una jornada especial. Histórica. El Club Deportivo Binissalem cumplió ayer cien años de vida, y lo festejó con un programa de actos plagados de buen ambiente, sentimiento y emociones con la presencia de Jeroni Salom, alcalde de la localidad, o el presidente de la FFIB, Miquel Bestard, entre otras personalidades. Por cierto que la Federació ayudará con 40.000 euros en el campo nuevo de fútbol 7 para instalar el césped artificial.
Fue el reconocimiento a un siglo de existencia, del 2 de agosto de 1914 al día de ayer, y a todas las personas que han hecho posible que la localidad de es Raiguer tenga en su club de fútbol un motivo de orgullo, patente en gestas recientes, como la consecución de la Copa Federación o el ascenso a Segunda B.
La entidad que preside Jaume Vallés preparó un amplio programa de actividades para celebrar una efeméride tan especial, que arrancó con un partido entre los hombres de Tomeu Pons y el Mallorca B -triunfo por 1-0 para los locales-, celebrado en el epicentro de la fiesta, el campo municipal Miquel Pons. Durante los últimos meses, el Binissalem ha ido conmemorando este centenario con actos puntuales, que seguirán más adelante, pero que ayer alcanzaron su cénit en una velada que reflejó el lema de los 100 años de la entidad, ‘1914-2014, un segle de passió'.
Tras el partido, se presentó oficialmente una botella de vino conmemorativa de los cien años de vida del decano, un caldo típico de la tierra que los asistentes pudieron conocer y degustar en primera persona.
Memoria
Además, siguiendo dentro del programa de actividades del día del centenario, los periodistas Albert Salas y Dani Barjacoba revivieron la presentación del libro ‘Sent Binissalem', en el que se repasa y profundiza en la historia de la entidad del Raiguer.
También se programó la presentación del audiovisual del centenario del CD Binissalem, con imágenes que repasan algunos de los momentos más destacados de la larga singladura deportiva y social de un club deportivo que ha rebasado los cien años de vida consolidado como una de las referencias del balompié isleño y de una localidad que vive con intensidad los logros de los assules a lo largo de las últimas campañas.
La fiesta del centenario del Binissalem permitió conmemorar un hito para el deporte balear, que une así a su larga lista una nueva entidad con más de cien años de existencia a sus espaldas.