Miquel Jaume, Jimmy para la familia deportiva balear, afronta su decimoquinta temporada en la presidencia del Fisiomedia Manacor. Instalado en la élite del fútbol sala, el máximo responsable del club balear admite que el retraso en los pagos de Govern perjudican seriamente el proyecto y lamenta especialmente el nulo interés del Ajuntament de Manacor en el primer equipo. Pese a los contratiempos, Jimmy no se rinde. «Si resistes, al final terminas ganando». Es su lema.
—¿Cuál es la situación deportiva del Fisiomedia Manacor a día de hoy?
—Tenemos una plantilla que mantiene la base de la pasada temporada. Se han marchado tres jugadores, José Ruíz, Juan Carlos López y Paulinho. Son tres jugadores de los más veteranos y hemos firmado a Víctor López a Bruno Taffi y recuperamos a Juanito González y Toni Rosselló, que estaban cedidos. Pienso que tenemos una plantilla incluso más competitiva que la de la temporada pasada.
—El nuevo entrenador es Tomás de Dios. ¿Qué esperan de él?
—Mucho. A él le confiamos el proyecto, es un entrenador que saca mucho rendimiento a sus equipos y a la gente joven le hace rendir al máximo. Para nosotros es un pilar fundamental porque como he dicho hemos rejuvenecido al equipo. A nivel deportivo estamos en un lógico cambio de ciclo pensando que el objetivo es mantene la categoría porque en la situación actual, con el presupuesto de nuevo rebajado, el reto es mantenerse sin renunciar a nada. Lucharemos por meternos en la Copa y en el play off por el título. El presupuesto se ha reducido, pero la exigencia es máxima.
—¿Presidir un club de élite es buscar maneras de sobrevivir día a día para evitar el pozo?
—Yo tengo un lema y es que si resistes al final terminas ganando y nosotros resistimos de una forma milagrosa. Estamos competiendo en la mejor liga del mundo de fútbol sala y como he dicho reduciendo el presupuesto cada temporada entre un 20 y un 30% para adaptarnos a los tiempos actuales. Pese a todo sobrevivimos y me atrevería a decir que hemos llegado a ser un equipo que tenemos cierto peso en la Liga profesional de fútbol sala. Por estructura y por plantilla, también por trabajo y seriedad, tenemos una cierta consolidación, pero cada año es una historia nueva y partimos de cero.
—¿El retraso en las ayudas recibidas por el Govern a través de Illesport ha supuesto un grave revés para su proyecto?
—Es evidente. El problema no es que te reduzcan la subvención, que en los tiempos que corren es lógico, el problema es que te retrasen los pagos. Ahora estamos a la espera de que nos entreguen una parte de hace dos temporadas y otra de la última. Hablamos de unos 200.000 euros. La puntualidad en los pagos es fundamental y es cierto que hay otras cosas más prioritarias, pero deben mirar el retorno que la ayuda puede tener. Si el deporte balear ha llegado tan lejos es por las inversiones y si se deja morir el deporte profesional, la base no tendrá referentes. Es fundamental aprobar una ley de mecenazgo para que el capital privado tenga ventajas a la hora de invertir.
—¿Su presupuesto se basa en las subvenciones?
—No, las subvenciones representan el 30% y eso ha hecho que a pesar de que nos afectan los pagos, hemos podido ir cumpliendo. El Govern nos pide paciencia y no nos queda más remedio que resistir. Ahora tenemos menos de la mitad del presupuesto que la primera vez que ascendimos en la temporada 08/09. No nos podemos equivocar en nada, no hay margen de error.
—¿Como influye esto en el proyecto deportivo?
—Nos obliga a mirar hacia la cantera y a reclutar a jóvenes valores de la península. Es evidente que no podemos ni pagar traspasos ni ir a por gente consagrada.
—¿Han recibido el suficiente respaldo del Ajuntament de Manacor?
—No estamos contentos. Ahora es comprensible que no se haga nada, pero en su momento se dejó escapar el fútbol sala de Manacor. Ahora socialmente movemos mucho en Palma y en su momento faltó interés por parte de los que habían de apostar por ello. Nuestro proyecto no tiene retorno en Manacor, pese a que tenemos y mantenemos la escoleta y los 12 equipos de base, pero desde este año montamos una estructura paralela en Palma. En el futuro no sé qué pasará. No jugar en Manacor nos ha hecho perder el contacto con la gente y nos ha distanciado también del Ajuntament de Manacor, que ha hecho muy poco por el deporte de la localidad.
—Tiene sentido en este escenario seguir llevando el nombre de Manacor.
—Veremos qué pasa. Ahora la relación la tenemos con el Govern y no tanto con el Ajuntament de Palma, pero hay muy buena sintonía con ellos. Es algo que tenemos que hablar, estamos abiertos a todo. Socialmente hemos crecido mucho en Palma. Este año teníamos 1.200 socios y 700 eran de Palma. Esta temporada marcará un punto de inflexión y si nos van bien las cosas, nuestra aspiración es alcanzar los 2.000 socios y luchar por instalar al equipo enre los ocho mejores de la Liga.
—¿Sigue siendo el fútbol sala de Primera el deporte de moda?
—Sigue experimentando un gran crecimiento y esto espero que repercuta en el interés de las empresas en poder utilizar la plataforma del Fisiomedia para patrocinarse. Más que nunca se televisarán los partidos por Marca Televisión. Cada encuentro es retransmitido en 119 países y es un deporte que ha crecido mucho en Asia y en los países árabes y eso es un factor que ayuda a potenciar este deporte.
—Hablando de televisión, en un encuentro reciente con los medios informativos se mostró crítico con el canal autonómico balear, IB3 TV.
—Hemos sido el club peor tratado por IB3. Así de claro lo digo. Apostaron por el baloncesto y la Tercera División y la Segunda B y pese a las conversaciones que hemos mantenido no ha habido interés ni económico ni puramente televisivo.