Avanza la temporada y el futuro de Gonzalo Castro sigue cubierto de interrogantes. El futbolista uruguayo, que consumirá su contrato con el Mallorca el próximo 30 de junio, será libre para negociar su incorporación a cualquier otro club a partir 1 de enero. La entidad isleña continúa sin eliminar el riesgo de que el centrocampista abandone la Isla el verano que viene sin dejar un solo euro en la caja y aunque tratará de encontrar alguna salida, lo tendrá muy complicado para revertir la situación.
El Mallorca arrastra el conflicto con el Chori desde el pasado mes de enero. En plena ebullición del mercado invernal la SAD isleña intentó, sin éxito, encontrarle acomodo y desde entonces, apenas ha podido avanzar al respecto. «Termina contrato y eso es una circunstancia que hay que analizar porque nos podemos encontrar con que no recibamos absolutamente nada», apuntó en esa misma dirección Serra Ferrer el pasado 17 de enero, coincidiendo con un desplazamiento del conjunto bermellón al Vicente Calderón. Sin embargo, las negociaciones para traspasar al uruguayo a través de una compleja operación en la que debía intervenir el Nacional de Montevideo fracasaron y Castro permaneció en Son Moix, aunque su rendimiento bajó de forma considerable en la segunda vuelta.
El pasado verano el club balear se enfrentaba de nuevo a la posibilidad de zanjar el problema vendiendo al jugador o, en su defecto, renovándole. No obstante, pasó de puntillas sobre el asunto y Castro destapó la temporada sobre el mismo escenario, con todo lo que ello supone para el Mallorca.
El extremo zurdo cuenta ahora con la ventaja de poder gestionar la situación a su antojo. El Mallorca, mientras tanto, también se ha planteado la idea de forzar un traspaso en enero, aunque parece muy poco probable que algún equipo se ofrezca a pagar algo por sus servicios teniendo en cuenta que se marcharía gratis sólo unos meses después.