Acaba de cumplir 37 años, pero Joan Horrach mantiene la ilusión de un juvenil. El profesional de Deià, que cubre su duodécima campaña entre la élite del ciclismo mundial, cuenta las horas para el inicio del que será su sexto Giro de Italia. La primera carrera de tres semanas de 2011 arranca este sábado con una crono en Turín, y el balear está llamado a ser escudero de lujo de 'Purito' Rodríguez, la baza para la general del Katusha. Para Horrach, la cita será especial, pues le permitirá confirmarse como el ciclista mallorquín con más 'grandes' en su hoja de servicios. El Giro 2011 será su decimocuarta prueba de este calibre, desde que debutara en la Vuelta a España de 2002 con el Maia portugués. Serán así seis Giros (05, 06, 07, 08, 2010 y 11), siete Vueltas (02, 03, 04, 05, 06, 07 y 2010) y un Tour de Francia (2009) los que contemplen a uno de los 'abuelos' del pelotón.
Horrach no esconde su debilidad por el Giro, «aunque es más exigente de lo que la gente se cree, pero todo se arregla disfrutando de la buena comida, del ciclismo y de un cappuccino», bromea del corredor del Katusha, quien destaca que en 2011, llegan «con un jefe de filas claro. Vamos a por la general, y entre Alberto Losada, Dani Moreno y yo tenemos que ayudar a 'Purito' para que esté arriba, pero a nivel individual, si me dan libertad, me gustaría repetir victoria», confiesa el ganador de etapa en 2006, por entonces con el extinto Illes Balears.
Un buen papel en el Giro le puede valer la renovación por el Katusha, pero Joan es consciente de lo que les espera. «Hay etapas, largas, montañas inéditas, carreteras peligrosas y sin asfaltar, viajes largos... solo espero no caerme, que no haga mucho frío, no ponerme enfermo, y que el cuerpo aguante hasta Milán. Eso me da más miedo que los Dolomitas, el Zoncolán o la Marmolada», refiere Joan sobre un Giro con cotas de entidad como el Crostis, Passo Giau o el Fedaia.
De cara al triunfo final, Horrach no duda en apostar por 'Purito', «pero Contador está muy fuerte, Menchov y Sastre tienen ganas y los italianos, como Nibali o Scarponi, van a dar mucha guerra, como siempre», explica Joan, quien fija sus miras en el desenlace de Milán, el 29 de mayo, y más adelante centrará su trabajo de cara a la Vuelta, aunque en la recta final de su dilatada trayectoria profesional le gustaría «tener una hora más de carrera para disfrutar de las etapas. Pasamos por lugares que, si no fuera por el Giro, en la vida habría conocido».