Todo el mundo ha estado pendiente durante la semana de la enfermería, de los partes médicos. Que si Ciorciari anda de reposo, que si Franch va todavía en muletas, que si Flis vuelve... Lo cierto es que el Menorca ha recuperado a todos sus peones y el Joventut ha viajado con poca mayoría de edad, pero eso no esconde el verdadero sentido de un partido muy significativo para el equipo de Olmos, al que le va la vida en el duelo (Pavelló Menorca, 12.30 horas, IB3).
Si hay una cantera prolija en talento esa es la de la Penya. Tal vez por eso nadie en Bintaufa se fía del Joventut, pese a la larga lista de ausencias que puede enumerar Pepu. Llega el DKV sin Norel, English y Franch, gran parte de su artillería, pero con un esqueleto de siete jugadores de primer nivel y muchos jóvenes hambrientos. El Menorca sabe que un ejercicio de relajación sería letal. Ha acumulado tres derrotas consecutivas en casa -Estudiantes, Fuenlabrada y Bilbao- por lo que empieza a sentir el vértigo ante su hinchada. Además, el Alicante ha demarrado y existe un peligro evidente de que se produzca un corte entre los dos últimos y el resto de la liga.
Olmos se echó las manos a la cabeza en Valladolid y por eso es más necesario que nunca tener a Ciorciari al 100%. El director de juego de Santa Fe se ejercitó ayer, pero es una incógnita saber si podrá actuar a pleno rendimiento. Es un buen momento para que Servera alcance la madurez e incluso para que Faner vuelva a tener un hueco, quien sabe.
El Menorca se ha conjurado para «recuperar la alegría» que exhibió en el primer tramo de la competición, en el que llegó a firmar el mejor inicio de su historia en la ACB. Para ello deberá engordar sus prestaciones defensivas y manejarse mejor en ataque. Se enfrenta a la peor defensa del campeonato, la del Joventut, que encaja 80 puntos por actuación.
El partido, dedicado a Mallorca, será histórico porque, a pesar de que Joan Tomàs no ha viajado por lesión, reunirá por primera vez a cuatro jugadores nacidos en Balears sobre un parquet de ACB: Joan Faner y Miki Servera (Menorca); Alex Suárez y Pere Tomàs (DKV).
Joan Riera
El base mallorquín del CAI sufrió un accidente de tráfico sin consecuencias camino del Príncipe Felipe y, por precaucación, no jugó ante el Gran Canaria.