El Bàsquet Mallorca puede estar al borde de la desaparición. La situación en el club de es Raiguer ha adquirido tintes dramáticos en las últimas horas y el futuro de la entidad surgida tras la fusión de Inca y Muro pende de un hilo. El brillante rendimiento deportivo (5-0 y colíder de la LEB Plata) contrasta con la agonía que vive nuevamente. Tras perder en los despachos su plaza en la Adecco Oro -según la FEB al no pagar en tiempo y forma los 24.000 euros de inscripción-, el destierro debía ser el primer paso para finiquitar buena parte de los problemas económicos que arrastra la entidad, pero al contrario de lo trazado en el libro de ruta, las cosas se han torcido y esas dificultades se multiplican.
Tanto, que la falta de liquidez que padece un Mallorca carente de nuevo de un patrocinador principal, resulta acuciante. La entidad que preside Antoni Ramis se halla en un callejón sin salida tras ver cómo la subvención que le fue otorgada por el Ajuntament d'Inca (312.000 euros en plazos de 78.000 anuales y hasta 2015) no puede ser percibida al no ser movilizada por una entidad bancaria. Pese a tratarse de un acuerdo del pleno, el no estar asignada la totalidad de la ayuda a una partida presupuestaria puede ser la clave para no poder ser adelantada. El Mallorca solicita que se haga una póliza de crédito o un préstamo a través del que el Ajuntament asuma el pago de los 78.000 euros anuales hasta llegar a los 312.000 estipulados. Una cifra que, según fuentes del club, permitiría salvar la campaña y asegurar el futuro del mismo, partiendo de cero a partir de la temproada 2011/12.
La carencia de líquido en la caja del Bàsquet Mallorca ha provocado las primeras medidas drásticas, y una de las más contundentes es el impago de las nóminas de los profesionales, en especial de jugadores y técnicos, que en lo que llevamos de temporada no han percibido su salario, algo que recuerda la penúltima crisis, y que desembocó en una huelga de la plantilla profesional al acumular cuatro meses sin cobrar. La nómina de septiembre no se abonó y la de octubre, si no se ingresa la subvención bloqueada antes del día 10, tampoco lo será. La experiencia de Xavi Sastre y jugadores como Biviá y Pampín ayudan a paliar esta delicada tesitura.
Dificultades
Los eternos problemas económicos del Mallorca (y antes del Inca) llegan a un momento clave. Tanto, que peligra el próximo desplazamiento del equipo, que el miércoles 17 juega su siguiente encuentro lejos del Palau, -el viernes 12 lo hace en Inca ante el Oviedo- en Azpeitia (Guipúzcoa) frente al Lan Mobel ISB, ante la ausencia de recursos para hacer frente a los costes del traslado. De hecho, la renuncia del club está sobre la mesa y la franja de dos semanas es el espacio fijado para determinar el rumbo a tomar en función de la respuesta ante la petición de abono de la subvención del consistorio inquer .
El poder percibir los 312.000 euros y el desbloqueo de la situación por parte de la entidad bancaria con la que se trabaja resulta vital. En ello trabajan todas las partes implicadas, pero la ausencia de respuesta es una tónica que ha activado las alarmas. No en vano, el Bàsquet Mallorca ya no puede disponer del importe fijo de la subvención de Illesport para la temporada en vigor (216.797,18 euros), ya invertido en cerrar el ejercicio 2009/10 y abrir el 10/11, además de percibir 40.000 euros que atajaron la crisis del final del pasado curso. Ahora, falta por recibir el variable correspondiente a LEB Plata (el año pasado fueron 71 mil euros) y el filial de EBA no tiene derecho a subvención al perder la categoría y recuperarla al margen de criterios deportivos, pudiendo percibir sólo el 50% de los desplazamientos. Igualmente, el Consell de Mallorca adeuda cantidades del año anterior (unos 20.000 euros) y pretéritos. Un panorama que en un último recurso llevaría a la retirada del club al no poder hacer frente a sus gastos si no se solventa su compleja situación en las próximas semanas, en especial antes de su próximo partido como foráneo.
La extrema tesitura actual remite a los permanentes problemas económicos de la entidad, cuya deuda histórica asciende a cerca de 230.000 euros, correspondientes a dos préstamos, y que se liquida mensualmente. Además, existe otro compromiso por 78.000 euros, controlado, al ser abonado por el Ajuntament d'Inca, y otra deuda correspondiente al fijo de Illesport (09/10) que asumirá el Govern. De la anterior campaña resta un déficit cercano a 40 mil euros, que se reduce con la progresiva entrada ingresos pactados antes del próximo 31 de diciembre y durante enero. A ello cabe unir el aval del club, de 250.000 euros, suscrito por una treintena de personas.
El Bàsquet Mallorca lanza un nuevo SOS ante otra situación límite que vuelve a poner en tela de juicio la viabilidad de un proyecto que podría estar agotando sus horas de vida.