La XXVI edición del Trofeo Almirante de Barcelona de barcos de época concluyó ayer por la noche con la entrega de trofeos en el Passeig Marítim en lugar de en La Almudaina, como era habitual. Horas antes se había celebrado la habitual Parada Naval, en la que las embarcaciones participantes rindieron honores al barco de autoridades, en esta edición el Southern Cross.
Esta exhibición sirve como homenaje al conde de Barcelona, el almirante don Juan de Borbón. Los 48 participantes de este año se engalanaron para rendir honores al barco de autoridades, con la Catedral como telón de fondo. José Ramón Bono, organizador de la regata, explica la elección del Southern Cross. «Buscamos que el barco de autoridades sea representatitivo de la regata, que sea vistoso y llame la atención». Como es habitual, entre las figuras presentes durante el desfile se encontraban el almirante Teodoro de Leste y Emilio Espinosa, presidentes del Club de Regatas