El mallorquín Damián García redactó una página más dentro de su brillante palmarés al inscribir su nombre en la nómina de campeones continentales de la WAKO dentro de la modalidad de kick boxing. El combate del balear era el estelar de una velada que reunió a numerosos aficionados en el Palma Arena, escenario de la coronación de García, que se erigió en protagonista del combate por el título continental de la WAKO en el peso pesado. El isleño, con el público entregado a su favor, se midió al croata Marko Tomasovic, un rival con credenciales olímpicas y calidad, aunque fue Damián el que llevó la iniciativa de un combate apasionante, a la caza de un título vacante para el que el mallorquín era el principal favorito.
García fue el que llevó la iniciativa, pese a la dureza de Tomasovic. La ofensiva definitiva por parte del balear halló su recompensa en el cuarto asalto, cuando una excelente combinación de golpes acabó por liquidar al balcánico, que se fue a la lona ante el delirio de los asistentes, y al no poder superar la cuenta del árbitro, vio como se le escapaba la posibilidad de proclamarse campeón, un honor que caía en manos de Damián García.
La seriedad y regularidad del mallorquín le permitía lucir con orgullo el cinturón de campeón europeo de K-1 de la WAKO, aunque hubo más alicientes en la velada, organizada por Construcciones García Adamez, y que volvió a hacer del Palma Arena escenario de los éxitos de los deportes de contacto en el archipiélago.
En otro combate destacado, el mallorquín David Martín se medía al navarro Marcos Ruiz por el título nacional CEK de 67 kilos. A los puntos, la corona también se quedó en casa, redondeando la noche, en la que púgiles locales como Joan Mut o Pau también gozaron de su cuota de protagonismo, aunque fue Damián García el que puso la guinda con la corona continental profesional de kick boxing.