La alpinista guipuzcoana Edurne Pasaban ha confesado hoy que se siente «muy triste» por el fallecimiento del montañero mallorquín Tolo Calafat en el Annapurna y ha transmitido a su familia su «cariño y apoyo sincero».
Pasaban, quien se encuentra ya en le campo base avanzado del Shisha Pangma, ha manifestado a través de su página web que todos los integrantes de su expedición se encuentran apenados por la muerte de Calafat, sobre cuyo estado han permanecido informados por los miembros de las expediciones que se encuentran ahora en el campo base del Annapurna.
Tras expresar que era consciente de que la tardía llegada a la cumbre del Annapurna de los montañeros Juanito Oiarzabal, Carlos Pauner y Tolo Calafat podría conllevar problemas en el descenso, Edurne Pasaban ha relatado que durante toda la jornada de ayer, en la que viajaron con los yaks desde el campo base chino hasta el campo base avanzado del Shisha Pangma, se mantuvieron en contacto con el Annapurna a través del teléfono vía satélite.
«Desde aquí, desde el Tibet, no podíamos hacer nada, no había tiempo para salir en su ayuda, sólo cabía esperar que el helicóptero consiguiera sacar de allí a Tolo, pero no ha podido ser», se ha lamentado Pasaban.
La alpinista tolosarra ha mandado «un abrazo enorme» a Juanito Oiarzabal, Carlos Pauner y Javier Pérez, compañeros de expedición de Calafat, al tiempo que ha expresado su agradecimiento al montañero rumano Horia Colibasanu y al asturiano Jorge Egocheaga, «por estar dispuestos a ayudar».
«Un abrazo a todos de corazón y hasta siempre Tolo», ha concluido Pasaban, quien espera hollar en los próximos días el Shisha Pangma y culminar el reto de subir los 14 «ochomiles».