El Barça venció este miércoles al Mónaco (100-89) en el tercer partido de los cuartos de final de la Euroliga y se ganó una vida extra, la disputa del cuarto partido de la serie este viernes en el Palau Blaugrana, gracias a su mejoría en todas las facetas del juego, especialmente en defensa.
La irrupción inesperada del pívot Willy Hernangómez, que firmó 19 puntos y 10 rebotes tras desempeñar un papel secundario durante todo el curso, destacó en la coral puesta en escena del cuadro azulgrana (21 asistencias), en el que los escoltas Darío Brizuela (14) y Kevin Punter (14), el ala-pívot Jabari Parker (16) y el alero Justin Anderon (10) también anotaron en dobles dígitos.
Asimismo, la victoria se construyó desde la defensa, una faceta en la que el control del rebote (32 a 27) y la energía del alero Joel Parra fueron cruciales para neutralizar la actuación estelar de los exteriores Mike James (20 puntos y 12 asistencias) y Elie Okobo (19 puntos). Así, el Barça, que abrió una brecha en el segundo cuarto (27-12 de parcial) y protegió el botín tras el descanso, esquivó la primera bala y se ganó una vida extra.
Superado por el físico del cuadro monegasco en los dos primeros partidos de la eliminatoria (97-80 y 92-79), el Barça irrumpió con fuerza y acierto en el tercer duelo, impulsado por un 3 de 4 en el triple (11-6, min.3), pero el Mónaco neutralizó el golpe gracias a su dominio del bloqueo directo, con los puntos de James y Okobo saliendo de la pantalla y de Diallo en balones doblados a la esquina (13-13, min.5). Aunque los ajustes de Peñarroya apenas inquietaron la inspiración de James (9 puntos y 4 asistencias en el periodo), el Barça tenía las ideas claras en ataque y, pese a las pérdidas, aceleró el juego con Anderson (8 puntos) como referente.
Un triple de Strazel sobre la bocina puso al Mónaco por delante al final del primer cuarto (24-27), pero el Barça iba a más y aprovechó el primer descanso de James para apoderarse del encuentro: sólido en defensa, fiable en el rebote fugaz a campo abierto y letal en el tiro. La energía de Parra, la anotación interior de Hernangómez, los triples de Abrines y el omnipresente Brizuela, base y a la vez finalizador, lideraron la escapada (44-29, min.16). El Mónaco reaccionó a base de triples, pero Brizuela replicó con la misma moneda antes del descanso (51-39). Por primera vez en la serie, los azulgranas dejaron a su rival por debajo de los 20 puntos en un cuarto (27-12 de parcial) y los rojiblancos respondieron con un impetuoso inicio de tercer cuarto, pero el Barça mantuvo el listón en defensa y siguió anotando gracias a la irrupción de Punter y el buen papel de Hernangómez en el rebote ofensivo (62-51, min.25).
Fluidos en el pase, los de Peñarroya encestaban de forma coral, mientras Spanoulis se encomendaba a James, autor de once puntos seguidos sin fallo. Se obcecó Punter en imitar la estrategia sin éxito, pero aun así el Barça protegió la ventaja y cerró el periodo con un triple a una pierna de Parker sobre la bocina (74-66). Con todo, el Mónaco no tiró la toalla, redobló la agresividad en defensa y apretó el marcador gracias al acierto exterior de Okobo (85-80, min.35). Pese a las protestas del público y los jugadores locales por la disparidad en el criterio arbitral, el Barça mantuvo la concentración y amarró la victoria (100-89), que le da una vida extra. Este viernes, cuarto partido en el Palau Blaugrana.