El mejor arranque de un equipo mallorquín en la ahora Segunda FEB -antes LEB 2 o LEB Plata- tiene nombre y apellidos: Palmer Basket Mallorca Palma. El equipo de Marco Justo se está mostrando enormemente solvente dentro y fuera de Son Moix, y tras dos meses de competición ya puede presumir de ser el único conjunto invicto dentro de los dos grupos de la tercera categoría del baloncesto español.
Un balance de siete victorias en otras tantas jornadas le permite igualar la marca de aquel Bruesa de Porfirio Fisac (2004/05, 7-0 de salida) que compartió cartel con Alcúdia-Aracena y Drac Inca, ambos tras siete partidos con un 4-3 en su casillero. O la del Burgos en la 2003/04 (7-0), La Laguna en la 2006/07 (7-0), Gijón (2007/08), Lucentum Alicante (2014/15), Girona y Juaristi (2019/20), Albacete y Prat (2020/21), Benicarló y Ourense (2021/22) y Tizona (2022/23) o de nuevo en Benicarló (2023/24). Más cerca, a escala isleña, estuvieron el Grupotel.com Muro de Xavi Sastre (2006/07) y el Palma Air Europa (2013/14) que alcanzaron un balance de 5 triunfos y 2 derrotas a estas alturas del curso regular.
Líder destacado del Grupo Este (7-0), al Palmer Basket Mallorca apenas le hacen sombra a estas alturas el Prat (6-2) o el Llíria (6-1), con el Fibwi Palma (5-3) un poco más descolgado del pelotón delantero. Por contra, en el Grupo Oeste comparten liderato Cáceres y Córdoba (6-2), dejando a los mallorquines como el mejor equipo de la categoría, más tras superar con holgura al Homs UE Mataró en Son Moix (89-76) y antes de visitar al Salou (4-3) este próximo fin de semana a la caza de una nueva plusmarca, pasando página a su primera campaña en la categoría, en la que tras un inicio fulgurante (3-0), se entró en una dinámica negativa que les llevó a mantenerse gracias al playout.
De la mano del experimentado Marco Justo en el banquillo y con una buena dosis de experiencia y talento mallorquín (Feliu, Servera, Comendador...), junto al poderío en el rebote de Traoré, el Palmer Basket Mallorca ha diseñado un plantel que aspira a pelear por el ascenso a la Primera FEB (antes LEB Oro) para recuperar el espacio que perdió hace unos años el baloncesto isleño.