Real Madrid, Panathinaikos, Fenerbahce y Olympiacos lucharán en el Uber Arena de Berlín por proclamarse campeón de la Euroliga, torneo en el que el equipo español defiende título y en el que este curso ha terminado como primer clasificado de la temporada regular.
Esos ingredientes, y el juego desplegado sobre el parqué en la competición desde que arrancara la misma con diez victorias seguidas, convierte al conjunto blanco en el principal favorito para la conquista del trofeo, pese a que llega a la Final a Cuatro con una baja de gran relevancia como es la del argentino Gabriel Deck.
Los de Chus Mateo, que cuenta con el mallorquín Rudy Fernández ante la que se prevé como su despedida de la máxima competición continental, han acabado además la temporada regular con 27 triunfos, un registro que nadie había alcanzado en el formato de todos contra todos. Esos guarismos han sido difíciles de replicar por todos sus rivales, incluido un Panathinaikos que con 23 se situó en segunda posición empatado con el Mónaco.
Los griegos han reconducido su realidad tras tocar fondo en la 2022-2023, dando un vuelco a la plantilla con jugadores contrastados y poniéndolos a las órdenes del turco Ergin Ataman. La apuesta tardó en funcionar, pues acabaron la jornada 13 con récord negativo. Sin embargo con mayor protagonismo del talentoso Kendrick Nunn, fueron mejorando sus prestaciones hasta colarse entre los cuatro mejores por primera vez desde el 2012.
Después de superar un duro cruce de 'playoffs' contra el Maccabi de Tel Aviv, que se decidió en el quinto partido, aterrizan en un momento óptimo y con la intención de alzarse como ganadores de su séptimo entorchado, recortando así la distancia con los ocho que tiene el CSKA de Moscú y los once del Real Madrid, ambos los conjuntos más laureados.
No será la única entidad helena que aspira a triunfar en Berlín, ya que lo mismo sucede con el Olympiacos. En su tercera participación consecutiva el vigente finalista optará a vengarse del Real Madrid a las primeras de cambio, después de que los hombres de Chus Mateo le arrebatasen la gloria el año pasado en Kaunas con una canasta postrera de Sergio Llull.
Si bien a esa instancia llegaron después de dominar la primera fase, la realidad ha cambiado. El conjunto de rojo y blanco acabó esta vez quinto, pese a ganar diez de sus últimos once partidos, y tuvo que completar una heroicidad eliminando al Barcelona a domicilio en el último duelo de la eliminatoria de 'playoffs'. Superado ese reto y a lomos de su poderoso juego interior, ayudado por el talento del resto, tratará de alzarse como el mejor por cuarta vez.
A todos ellos se suma el Fenerbahce turco, que a pesar de integrar casi siempre la nómina de aspirantes solo ha sido una vez campeón (2017) y no disputa la Final a Cuatro desde el 2019, última de las cinco que llegó a jugar seguidas. A punto estuvo de quedarse fuera de nuevo esta temporada, pero el acierto de sentar en el banquillo a Sarunas Jasikevicius en detrimento de Dimitris Itoudis a mediados de diciembre cambió las tornas.
Desde ese momento se modificaron para bien las sensaciones y aparecieron los resultados positivos, una tendencia que vivió su consolidación al eliminar en 'playoffs' a cinco partidos al Mónaco, el último de ellos fuera de casa. Su solvencia desde la línea de tres y la figura de Nigel Hayes-Davis, primero en anotar 50 puntos en un partido de la Euroliga, unido al hecho de que es el único de los participantes que ha ganado a los otros tres durante la temporada regular, son argumentos más que poderosos a su favor.
La Final a Cuatro arrancará el viernes a las 18:00 con el duelo entre el Panathinaikos y el Fenerbahce. Posteriormente, a las 21:00 se medirán el Real Madrid y el Olympiacos. Los perdedores de ambos choques pelearán por el tercer y cuarto puesto el domingo y los ganadores lo harán el mismo día por alzarse como campeones.