Dos de los diez baleares que forman parte del espectáculo de la Liga ACB 2022/23 tienen Granada como foco de sus ilusiones. El regreso de un clásico ha supuesto la recompensa del debut en la máxima categoría para su capitán, David Iriarte (Palma, 1995) y la vuelta a su hábitat de un clásico como Pere Tomàs (Llucmajor, 1989), que tras ser protagonistas del ascenso, ahora luchan por conservar una categoría que paladean ambos con la ilusión del estreno y el reencuentro como motivaciones. Para Tomàs, «volver a la ACB era un reto con el Granada, apostaron fuerte por mí y no me equivoqué. Además, coincido con David y eso lo hace más especial», a lo que añade Iriarte que, «la llegada de Pere a Granada fue un punto de inflexión. Tener a un jugador así en LEB era una declaración de intenciones.
Para mí, seguir en el proyecto ha sido muy especial, y debutar en ACB más todavía, porque entré con Pere en el campo y, cuando llegué Badalona, él ya estaba en el primer equipo y venía a visitarnos al cole y demás... Y aquí estamos, los dos en ACB», asegura el que fuera jugador de La Salle. El cuatro isleño recordaba que «el proyecto de Granada era sólido desde LEB Plata (llegó en la temporada 2017-18). Se lo tomaron en serio porque la ilusión era el motor. La mayoría de los que están en las oficinas empezaron como voluntarios, sin cobrar. Y esa seriedad lo hace más emotivo si cabe. Por suerte, aterricé aquí en Plata y he podido vivir ese crecimiento en primera persona», dice Iriarte.
El de Llucmajor habla de un club «muy profesional, más incluso que algunos de ACB donde, por ejemplo, he tenido problemas económicos y extradeportivos. En Granada daba un paso atrás en categoría, pero uno adelante en cuanto a estructura. La historia de este club es la muestra: pasar en diez años de nacional a ACB refleja que se hacen las cosas bien». Ambos coinciden en que «el objetivo es mantener la categoría. Que se consolide un proyecto fuerte». En su debut en ACB, Iriarte admite que «Pere me aconsejó que la gente elige bien sus momentos. Elegir el momento correcto para hacer bien lo que sabes hacer y optimizar tus recursos es clave», confiesa, destacando «la diferencia entre LEB Oro y ACB. De ritmo, calidad, detalles... En LEB te puedes permitir algún descanso. Aquí, el rival está preparado para neutralizarte. No puedes dejar solo a nadie ni medio segundo», afirmaba en Gran Canaria, donde el Granada jugó el pasado fin de semana.
El apunte
La quinta parte de una cuota para la historia
La histórica representación balear en la ACB, con diez jugadores, sorprendió a ambos. «Vi la noticia de Ultima Hora, me la enseñó David y me llamó la atención. Me puse contento, porque Mallorca y Balears, aunque no tengan un proyecto fuerte, el baloncesto es un deporte con afición. Desde siempre, sale gente de todas las generaciones, en masculino y femenino», decía Pere Tomàs, a lo que apostillaba Iriarte que «la pena es que no haya un club al máximo nivel. Para todos sería una gran ilusión, especialmente para la gente de la Isla», decía.