Son Moix enmudeció durante unos segundos al ver cómo Maxi Fjellerup caía sin control sobre su parqué, golpeaba contra él su cabeza y quedaba inconsciente unos segundos. Verle abandonar por su propio pie la pista fue la primera señal de tranquilidad, pero el paso de las horas despejó interrogantes y lanzó un mensaje de tranquilidad sobre el estado de salud del alero internacional argentino del Palmer Alma Mediterránea, cuyos compañeros le dedicaron el primer triunfo del curso ante el Juaristi ISB.
Las primeras exploraciones realizadas en Son Moix por el doctor Pedro Vidal determinaron que Fjellerup sufría un traumatismo craneoencefálico sin gravedad ni pérdida de consciencia, y tras el partido fue trasladado a un centro hospitalario, donde se le realizaron pruebas para descartar lesiones de gravedad. Dado su buen estado, Fjellerup pudo pasar la noche en casa, estable y acompañado de su madre y su pareja. A la espera de su evolución y de reincorporarse al grupo, la presencia de Fjellerup el domingo ante el Huesca es complicada y se valorará hoy.
«Tendrá que estar 24 horas en observación, pero se encuentra bien, no corre peligro», refiere Vidal, a quien también le preocupa «una contusión en la mano, aunque descartamos cualquier fractura de inicio», sufrida en la misma acción. «Máximo (Fjellerup) sufrió una conmoción y un traumatismo craneoencefálico sin hematomas intracraneales, descartándose de inmediato cualquier patología grave», añadía el galeno del equipo de LEB Oro.