La magia de los Harlem Globetrotters tomó este lunes el parquet del Palau d'Esports de Son Moix para hacer las delicias de los cerca de 2.500 espectadores que disfrutaron de un espectáculo cinco estrellas. Música, bailes, bromas, filigranas, interacciones con el público y mucha diversión llenaron las dos horas de exhibición
A punto de cumplir los 100 años desde su fundación el show del histórico equipo neoyorquino mantiene vigente su hechizo entre el público en general y entre los más jóvenes en particular. Aunque los adultos también se lo pasaron en grande fueron los niños y las niñas los que lucían una sonrisa de oreja a oreja y miraban con asombro todas las acciones y los guiños que les llegaban desde el parquet.
Sólo el calentamiento ya dejaba entrever las dosis de entretenimiento que se avecinaban. Los intentos de encestar desde la grada o los malabares en la rueda de calentamiento fueron el mejor anticipo al balón al aire que comenzó la sucesión de bromas y jugadas geniales que impregnan cada movimiento de la función.
Airport, el jugador más alto de los Harlem Globetrotters, llevó la voz cantante y lideró el espectáculo. Con un micrófono conectado a la megafonía fue el encargado de mantener el contacto constante con el público. Selfis con las gradas, jugadas mientras atendía una llamada telefónica, pequeñas trampas para confundir a sus rivales o amagos con marcharse de la pista en compañía de una espectadora aderezaban la serie de triples, mates y combinaciones a velocidad de vértigo que marcaron la pauta del encuentro.
Los Washington Generals llegaron a ponerse por delante del marcador en el primer cuarto, pero a su paso por Palma no pudieron celebrar la que hubiera sido la cuarta victoria en sus casi 70 años de historia. Ganaron por primera y única vez a los Harlem Globetrotters en 1971 y también superaron en su día a la selección de Taiwan y a un equipo de la Armada de Rusia, pero en Son Moix engordaron su historial de más de 17.000 derrotas. Eso sí, participando de un espectáculo cinco estrellas.