El baloncesto mallorquín, pero de manera especial el palmesano, perdió el pasado lunes a un personaje de referencia a lo largo de las últimas décadas. Onofre Fuster (Palma, 1957-2020) fallecía a los 63 años de edad tras una larga enfermedad que le ha acompañado durante el tramo final de su vida, dejando un enorme legado dentro del deporte de la canasta, tal y como refiere Toni García, responsable del área hostórica y de documentación de la Fundació FEBIB 1935 de la Federació de Bàsquet de les Illes Balears.
Fuster nació en Palma en el año 1957, iniciando su trayectoria como jugador en el colegio Sant Agustí, que fue su plataforma de lanzamiento hacia el Patronato, club de referencia en Ciutat y con el que logró diversos títulos de campeón de Baleares, además de disputar la fase sector del Campeonato de España. Militó en la histórica entidad hasta la temporada 76-77, logrando en ascenso con el primer equipo a la Tercera División.
Más adelante, militó en equipos como el UDYR, el CIDE -con el que llegó a jugar en Segunda División- y el Andratx, para posteriormente pasar a los banquillos, en los que fue ayudante de Koldo Alonso en el Campeonato de España disputado por el Patronato júnior en Girona (1987).
Posteriormente, y tras la desaparición del Patronato, fue el fundador del Palma Basket Club, uno de los proyectos surgidos en la década de los 90 para intentar recuperar el espacio de la ciudad dentro del panorama balear y estatal.
En la temporada 2003-04 optó por desvincularse del mundo del baloncesto, aunque anteriormente desarrolló otras facetas como empresario, estando al frente de la Cafetería Básket, que fue lugar de reunión de la gente de este mundo durante un tiempo.
Las muestras de pésame por la pérdida de Onofre Fuster se sucedieron entre amigos, conocidos y clubes, despidiendo a un hombre de baloncesto.
El funeral en su memoria tendrá lugar este miércoles, a las 20 horas, en la iglesia de San Agustín.