Pocos recuerdan un despropósito de este calado en Son Moix. El Palmer Alma Mediterránea Palma fue vapuleado por un Almansa que pasó por encima de los isleños en el arranque, les ganó el pulso táctico y abrió una brecha sonrojante para encarrilar en poco más de diez minutos un partido al que le sobraron muchos más (73-97). La defensa zonal planteada por Rubén Perelló, los continuos errores y pérdidas del grupo de Álex Pérez y Pau Tomàs, el desacierto constante de Ronnie Harrell y unos números para olvidar desde el tiro libre formaron una combinación letal para los intereses de un Palmer Palma destrozado tras un primer parcial para olvidar (6-31).
El Almansa se recreó ante un oponente incapaz de afrontar su planteamiento defensivo, exhibiendo un elevado porcentaje de acierto fruto de la confianza derivada de una superioridad aplastante. No hubo reacción local en el segundo cuarto. Al contrario, el esperpento se consumaba acción tras acción y las rentas se disparan hasta rozar los cuarenta puntos (21-60) para alcanzar el ecuador del duelo con todo resuelto (28-63).
Kullamae, Jacobo Díaz y Jawara asumieron el mando de las operaciones ante una remontada que resultaba utópica. Bajó la guardia el Almansa, con un Bivià excelso brillando en su regreso a Son Moix. Pero volvieron los errores para tocar fondo en el tramo final del tercer parcial, viéndose el Palmer Palma 40 abajo en el electrónico del Palau (41-81, min. 28). El 43-82 cerró otro capítulo para olvidar.
Con diez minutos por delante, tocaba maquillar el desastre, gracias a la frescura de Huguet, el empuje de Suskavcevic y Jawara y el ímpetu de Jacobo Díaz, Kullamae y Pol Figueras, a lo que se unió que el Almansa levantó el pie del acelerador.
Logró parte de su objetivo el Palmer Alma Mediterránea Palma, que evitó superar sus peores registros desde que milita en la LEB Oro y encadena así una segunda derrota seguida que mantiene un pobre balance (1-5) en la tabla con Granada en el horizonte y muchas cosas que mejorar tras recibir una dura bofetada en Son Moix.