Una de las semanas más difíciles desde su llegada a Son Moix acaba con toda una final ante un Cáceres que no renuncia a nada en su visita a la Isla. La derrota ante el Valladolid, la pérdida del 'average' directo, la despedida de buena parte de las opciones de ascenso directo a la ACB y los movimientos y discrepancias a nivel estructural e institucional que rodean al B the travel brand Mallorca Palma han obligado a Félix Alonso y sus jugadores a reorientar su plan de ruta y a reflexionar sobre la importancia del triunfo este domingo (18 horas) y un cambio de mentalidad para focalizar todos los esfuerzos de cara al playoff.
El técnico estuvo acompañado en su comparecencia semanal por el gerente del BTTB, Jordi Riera, quien quiso lanzar un mensaje de tranquilidad de cara al tramo final del ejercicio y descartar, por el momento, movimientos en la plantilla. «La Comisión Ejecutiva no nos ha pedido 'cortar' a jugadores. Hasta el 28 de febrero hay tiempo... Y habrá gente que quiera 'cortar' y otra que no. Las decisiones que se tomen serán según el mercado», aseguraba Riera, a lo que apostillaba Alonso que no podía afirmar nada «porque es una hipótesis».
Sobre el futuro del proyecto, más allá de esta temporada, Riera dejó claro que este mensaje «no está en mis manos, pero el trabajo es para intentarlo. Y si salimos, esperamos tener una masa social detrás... Tenemos un compromiso personal y profesional con un proyecto, y hasta final de temporada seguiremos con esta idea. Para intentar subir y crear una marca, un proyecto de toda Mallorca», añadía el gestor.
En referencia a los ajustes en la parcela económica del BTTB, los justificó en «que las circunstancias a veces cambian, pero no son fruto de ninguna alarma», trasladando un mensaje «de ilusión máxima y tranquilidad para lo que queda de temporada, pues tenemos margen de mejora y vamos a trabajar en ese sentido».
Ahí entró en escena Alonso. El entrenador del B the travel brand reconoció que, pese al golpe recibido en Pisuerga «el equipo ha trabajado, probablemente, como nunca durante esta semana. Son conscientes de que están lejos de su mejor nivel y ahora sólo nos queda pensar en Cáceres, recuperar la senda de la victoria y seguir en la parte alta. Hacerlo más allá, no sería inteligente por nuestra parte», afirmaba el leonés.
En un profundo ejercicio de autocrítica, reconoció Félix que «no es perder, sino cómo se producen las derrotas. El ambiente es bueno, pero el equipo no ha entrenador al nivel que debería estas semanas y espero que lo de estos días sea un punto de inflexión», aseveraba el entrenador del BTTB, quien reconoce que tras caer en Valladolid «el foco tiene que cambiar», centrándose todos los esfuerzos en lograr el mayor número de victorias posibles para, bien reengancharse al ascenso directo o llegar lo mejor posible al playoff. «Tenemos que recuperar nuestra esencia. Pensar en el ascenso es difícil. Ni la clasificación invita, ni nuestro juego invita al optimismo...», admitía.
Remarca Alonso que el problema no radica «en una falta de implicación», asumiendo su parte de culpa «como responsable de provocar un nivel de intensidad que no se ha tenido». Su defensa del equipo ante las dudas sobre el rendimiento de algunos jugadores es clara, y se señala como culpable de esta compleja situación dpeortiva y clasificatoria, con dos derrotas seguidas (Alicante y Valladolid) que han alejado de la cima al BTTB. «El primero que no está al nivel que se espera es el entrenador. Es mi responsabilidad que rindan al máximo. Y tenemos claro que esto no se ha acabado», dijo el técnico, que fue claro al afirmar que siempre «he sido crítico con mi trabajo. Soy responsable de todo lo que hago, lo bueno y lo malo».
Ante el Cáceres podrá disponer de Tunde Olumuyiwa, y también de Joan Tomàs y Bropleh, que durante la semana han sufrido diferentes cuadros médicos a nivel físico. Espera «a un equipo duro, rocoso en la pintura... Pero nosotros no tenemos margen de error. Hemos perdido cuatro partidos en casa y hemos de estar concienciados de que no se puede volver a fallar en Son Moix».