La madrugada del 28 al 29 de octubre de 2008, el deporte balear vivió un momento histórico, irrepetible. Por primera vez, un baloncestista de las islas debutaba en la mejor liga del planeta, en la NBA. Y lo hacía ante un equipo legendario, Los Ángeles Lakers, y frente al mejor jugador español de la historia: Pau Gasol.
Rudy Fernández entraba en los anales, siguiendo los pasos de un pionero como Fernando Martín con los Portland Trail Blazers. Tras él, llegó Álex Abrines, pero Rudy fue el primero en romper esa barrera para el deporte balear. Cuatro temporadas jugó en la NBA, tres en Portland y una en Denver, antes de regresar a España de la mano del Real Madrid, con el que hizo realidad otro sueño: ganar la Euroliga. Eso sí, el nombre de Rudy Fernández, de un jugador salido de la cantera de Sant Josep Obrer, entró en la historia esa madrugada.