Visiblemente emocionados, y en el caso de Xavi Sastre incluso liberado de la tensión, el hasta hace unos días entrenador y director deportivo del Iberostar Palma de la LEB Oro y el presidente del Bahía San Agustín, Guillem Boscana, comparecían por primera vez en público tras hacerse oficial la dimisión del preparador, cuyas intenciones avanzó Ultima Hora en su edición del pasado domingo.
La dolorosa derrota y la imagen ofrecida en Oviedo, que deja al Iberostar con un balance de 5-10 y cerca de las plazas de descenso, desencadenaron una decisión firme por parte de Sastre. «Le veía muy tocado. No le podía rebatir su decisión», aseguraba Boscana, quien no pudo evitar emocionarse al agradecer al técnico su dedicación a un club «que siempre será tu casa», le dijo.
Sastre confesó que ahora descansará «un par de meses. Después, no sé qué haré. Esperaré si salen cosas, pero tengo 56 años y debe compensarme económica y deportivamente», aseguró. Sobre su traumática salida, recalcó que «no es un calentón. Hace dos o tres semanas ya le di vueltas. Cuando no van bien las cosas, mucha culpa la tiene el entrenador». Igualmente, dijo creer que «no he hecho mal las cosas, simplemente no he llegado a mis jugadores».
Xavi Sastre quiso agradecer «a Guillem (Boscana) y su directiva estos años increíbles. Hemos tenido momentos difíciles, incluso con Guillem, pero siempre con su respeto y apoyo, y el de su equipo». El ya exentrenador agradeció a todos los estamentos del club su implicación y apoyo, y se disculpó con los entrenadores de la base «porque el contacto con ellos no ha sido el que tenía que ser». A los jugadores no tiene «nada que reprocharles», y deja claro que «no cambiaría nada. Hicimos una buena plantilla, he dado el máximo, pero no me veía con fuerzas», añadió Sastre. Además, confía en que su sustituto «dará en la tecla y sacará la calidad que tienen estos jugadores. Pero tienen que estar juntos. Si lo hacen irá bien», incidió Xavi, que contó en la sala de prensa con una representación de la plantilla y del cuerpo técnico del primer equipo. Especialmente, Sastre se emocionó al recordar a la afición. «Palma y Mallorca se merecen un equipo en la ACB. Sin vosotros (la prensa), los aficionados y los directivos, esto no tirará adelante. Pido que se les apoye, y yo seré el primero. El sábado espero estar en la grada, y les pido que ganen por mí».
Volviendo a los motivos de su despedida, recordaba Xavi Sastre que «hemos tenido buenos y malos partidos, pero las sensaciones... Maties (Cerdà) y Ángel (Cepeda) salieron por malas sensaciones, no por el trabajo. Pero yo también era director deportivo y pensaba que las sensaciones no eran buenas. Pensaba como director deportivo y hablaba como entrenador». Las malas dinámicas de juego y resultados contrastaban con el trabajo diario de la plantilla, lo que ha ido mermando la moral de Sastre. «No me veía con fuerzas para sacar todo lo que tienen los jugadores. Me preguntaba en qué me equivocaba. Hicimos muchas cosas, pero las sensaciones iban a peor», decía triste el exentrenador del Iberostar Palma, que señala la derrota de Oviedo como un punto de inflexión. «Pocas veces he pasado vergüenza en una pista, pero el viernes la pasé y la culpa es mía. Por esas sensaciones, creí que lo mejor era irme y llegar a un acuerdo económico con el club para que pueda trabajar con más medios», dijo.