La combinación del base Stephen Curry y el escolta-alero Andre Iguodala lideró el ataque de los Warriors de Golden State que vencieron a domicilio 97-105 a los Cavaliers de Cleveland, lo que les convierte en los nuevos campeones de la NBA al ganar 4-2 la serie al mejor de siete.
Ambos jugadores anotaron 25 puntos cada uno, incluidos tres triples, y fueron los líderes de los Warriors, que desde el primer cuarto estuvieron al frente del marcador con un parcial de 15-28.
Curry también aportó ocho asistencias, seis rebotes y tres recuperaciones de balón, además de surgir en la recta final del partido con un cuarto periodo decisivo y tiros de personal.
Iguodala, por su parte, anotaba 9 de 20 tiros de campo, incluidos tres de ocho triples, capturaba cinco rebotes, daba cinco asistencias y recuperaba dos balones.
Pero su gran mérito fue que hizo posible que LeBron James no hubiese sido todavía más grandioso en su juego individual y que al final su condición y aportación de «mejor jugador del mundo» no pudo con el mejor baloncesto de equipo de los Warriors.
Golden State en toda la temporada cada vez que había tenido una ventaja de 15 puntos en el primer cuarto nunca perdieron un partido (57-0) y se mantuvieron invictos en el decisivo.
Iguodala completó su gran labor de líder sorpresa de los Warriors y tuvo como gran reconocimiento ser nombrado el Jugador Más Valioso (MVP) de las Finales, en las primeras que había jugado como profesional.
«Todo el equipo hizo una labor increíble y lo más importante es que confiaron en mí sin importar si salía de reserva o de titular», declaró Iguodala al concluir el partido. «Es algo increíble tener el título de campeones de liga y el premio de MVP».
Iguodala, arma secreta que el entrenador novato de los Warriors, Steve Kerr, lo sacó de titular a partir del cuarto partido, volvió a ser el líder que estuvo presente en todas las facetas del juego e hizo posible que otro doble-doble de la súper estrella de los Cavaliers, LeBron James, se quedase sin recompensa.
James (32 puntos, 18 rebotes, 9 asistencias) volvió a ser la gran figura del partido en el apartado individual y líder indiscutible de los Cavaliers al estar a las puertas de un nuevo triple-doble, el que hubiese sido el tercero de la serie y cuarto en su carrera en las Finales, pero al final su esfuerzo solitario no pudo con la labor del mejor equipo de la liga durante toda la temporada.
La estrella de los Cavaliers, que perdió las cuartas Finales de la NBA de las seis que ha disputado, intentó hacer todo, inclusive darle vida en el segundo cuarto al equipo de Cleveland con parcial de 28-17 para irse al descanso sólo dos puntos abajo (43-45).
Pero de nada le sirvió, los Warriors reaccionaron en el tercero para volver a arrollar con su ataque dominante y llegaron al cuarto con ventaja de 61-73.
El convencimiento que el título estaba cerca se notó por la manera como salieron en el cuarto al anotar nada menos que 4 de los 5 tiros de triples que hicieron después que en los periodos anteriores habían logrado 8 de 24.
Los Cavaliers también sabían que tenían que luchar, pero por una causa perdida, porque los parciales les eran desfavorables, 81-94 y menos de cinco minutos por jugarse.
Ese espíritu de lucha fue lo que hizo que a falta de 30 segundos por concluir el partido se pusiesen cuatro puntos abajo en el marcador, con dos triples de J.R. Smith, pero ahí estuvieron Curry e Iguodala para anotar desde la línea de personal los tantos que aseguraron un título histórico y merecido.
Junto a Curry e Iguodala, el alero Draymond Green también se consagró como un jugador clave en el futuro del equipo al aportar un triple-doble de 16 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias.
El escolta brasileño Leandro Barbosa también vivió el gran sueño de su vida al jugar 15 minutos como reserva y aportar cinco puntos (2-5, 1-3, 0-0) que también ayudaron a los coronación de los Warriors como nuevos campeones de la NBA.
Barbosa se unió a su compatriota el pívot Tiago Spliter, de los Spurs de San Antonio, como los dos jugadores brasileños que ya tienen en su poder anillos de campeones.
Mientras que los Cavaliers, al final sintieron las bajas del base Kyrie Irving, y del ala-pívot Kevin Love, y por segunda vez en su historia se quedan sin el título de liga, después que en el 2007 también lo perdieron contra los Spurs (4-0).
Los dos dobles-dobles que tuvieron el pívot ruso Timofey Mozgov (17 puntos, 12 rebotes, 4 tapones) y Tristan Thompson (15 puntos, 13 rebotes) al final tampoco fueron suficientes para contrarrestar el ataque balanceado de los Warriors, que volvieron a romper la defensa de los Cavaliers desde fuera del perímetro.
Ni los 19 puntos de Smith, incluidos cuatro triples, que llegaron cuando todo estaba ya decidido, y los Warriors camino de completar una temporada de ensueño con su primer título en 40 años (1975), equipo con mejor marca de la liga (67-25), premio de Entrenador del Año, que recibió Kerr, y el (MVP) que logró Curry y por eso son los nuevos «Reyes» de la NBA.