Los primeros entrenamientos de la selección nacional han servido para corroborar lo que ya se sabía, que el equipo tiene un problema en el juego exterior con Rudy Fernández y Juan Carlos Navarro, que tiene que tratar de solucionar lo antes posible.
Aunque apenas han sido dos sesiones de entrenamientos, las sensaciones de Rudy son positivas y, en este sentido, reina un cierto optimismo respecto a su concurso en Londres. Habrá que esperar a que pasen los días y a que vaya entrando progresivamente en los entrenamientos sin ninguna clase de restricción.
Con respecto a Juan Carlos Navarro la previsión no es tan buena. Su fascitis plantar no se va a curar de la noche a la mañana o por descansar una semana.
Sergio Scariolo, el seleccionador nacional, es consciente de que no tendrá al capitán al cien por cien en los Juegos Olímpicos, en el mejor de los casos. De hecho no tiene la certeza de que Navarro pueda estar en Londres junto al resto del equipo, aunque lo esperará «hasta el último momento», según sus propias palabras.
Precisamente el tiempo es el peor enemigo de Navarro y del equipo español, porque apenas hay días para descansar, recuperar golpes y lesiones y preparar los Juegos.
El seleccionador ya se curó en salud y de ahí la presencia de Rafa Martínez en la preparación. Si Navarro, finalmente, no pudiera estar en los Juegos, Rafa ocuparía su puesto.
«Estoy muy preocupado», dijo a Efe Scariolo. «Vamos a esperar a Juan Carlos lo que sea necesario. Todos vamos a trabajar para intentar que éste y el jugador el primero».