Los Angeles Lakers han confirmado su ansiado pase a las semifinales de la Conferencia Oeste, donde se medirán a Oklahoma City Thunder, tras deshacerse de Denver Nuggets (96-87) en el séptimo y definitivo encuentro de la eliminatoria, triunfo basado en el gran partido de Pau Gasol -23 puntos y 17 rebotes- y en el trabajo en equipo, con cinco jugadores por encima de los 15 puntos.
Tras acumular una ventaja inicial de 3-1 en la serie, los Lakers no lograron rematar la faena antes y se vieron obligados a un peligroso partido frente a Denver que podía condenarles a una sorprendente eliminación. Con el apoyo del Staples Center, el equipo angelino cumplió con la tradición y, por undécima vez consecutiva, ganó el séptimo partido de una serie jugando ante su público.
Buena parte del mérito corresponde a Pau Gasol, quien tras un mal sexto partido en el que solo pudo sumar tres puntos, resurgió con fuerza para ser el mejor de su equipo y lidera la batalla bajo los tablero aportando 23 puntos, 17 rebotes, seis asistencias y cuatro tapones.
La mejoría de los Lakers corrió pareja a la de su dúo interior, ya que Andrew Bynum también rayó a gran nivel y aportó 16 puntos y 18 rebotes. Desde el perímetro, también aportaron Kobe Bryant (17 puntos) y Metta World Peace (15), que volvía tras su larga sanción, aunque la revelación corrió a cargo de Steve Blake.
El ex base de los Blazers logró la mejor marca anotadora de su dilatada carrera en los 'play-offs' con 19 tantos, apareciendo en los momentos decisivos con una impresionante racha desde la línea de tres puntos (5/6). «Esta noche he odiado a Steve Blake, pero le amo como jugador», se resignó tras el partido el entrenador visitante, George Karl.
También tuvo importancia el apartado defensivo, ya que Bryant pasó a defender a Ty Lawson en el último cuarto y cortó la sangría de penetraciones del base local, de nuevo el mejor empatado con 24 puntos, los mismos que sumó Harrington partiendo desde el banquillo. Tras ir perdiendo por 16 puntos en el tercer cuarto, los Nuggets resurgieron hasta empatar (78-78) a falta de 6:51, pero los Lakers volvieron a la carga neutralizando el intento de remontada.
De esta forma, Mike Brown y sus pupilos respiran tranquilos tras espantar la sombra de una eliminación en primera ronda que hubiera sido catastrófica para el equipo 16 veces campeón de la NBA. En cualquier caso, los californianos deberán elevar mucho su rendimiento si quieren salvar el siguiente escollo, unos Thunder liderados por Kevin Durant y Russell Westbrook que vienen de arrollar por 4-0 a los vigentes campeones, Dallas Mavericks.