La aventura americana de Rudy Fernández parece tener los meses contados. Después de aterrizar en 2008 como uno de los animadores dentro de la armada europea de la NBA, el escolta mallorquín agota su periplo por la mejor liga del planeta enrolado en una franquicia que busca un hueco en los playoffs y en la que ansía tener los minutos que se le negaron en Portland.
Los Denver Nuggets son el destino final del exterior formado en Sant Josep. Con contrato en vigor por una temporada con los Blazers, los de Oregón le traspasaron el pasado verano a los vigentes campeones, los Dallas Mavericks. El largo cierre patronal acabó por frustrar una de las operaciones más sonadas, y a punto de hacer las maletas rumbo a Texas, su destino cambió con dirección a Denver, donde hace días llegó acompañado de su pareja, la modelo canaria Helen Lindes.
Pese a haber firmado por el Real Madrid (con el que ha disputado nueve encuentros esta temporada en la Liga Endesa y buena parte de la primera fase de la Euroliga) hasta 2015, su compromiso vigente con la NBA ha tenido prioridad, y este lunes abrirá una singladura en la que colarse en las series por el anillo es la meta de George Karl -ex del Real Madrid- y sus hombres, entre ellos un Rudy que aspira a ser algo más que el sexto hombre en la rotación.
Estreno
Las casualidades del calendario han querido que el debut oficial del palmesano con los Nuggets sea ante la franquicia que hasta hace unos días era poseedora de sus derechos en la NBA. El día 26, Denver visita a los Dallas Mavericks en un partido especial para Rudy, que el jueves 29 regresa a la que ha sido su pista durante tres años, el Rose Garden de Portland.
Molestias
Pese a haber tenido ya sus primeros minutos con Denver, Rudy no pudo jugar el amistoso frente a los Phoenix Suns debido a unas molestias en la rodilla que le han dejado en el banquillo. Los de Denver mostraron una buena imagen en el primer partido previo a la temporada ganando por 127-110 a los Suns, en la que fue puesta de largo oficial de Rudy. Ayer, el descanso dado por George Karl al ala-pívot brasileño Nené Hilario y a Rudy Fernández no fue impedimento para que los Nuggets tomasen el US Airways Center y venciesen por paliza de 110-85 a los Suns. Eso sí, ahora Rudy quiere que el Pepsi Arena se rinda a sus pies.