El tercer partido en nueve días pone a prueba la solvencia de la rotación de un Bàsquet Mallorca que retorna a su centro de operaciones para pulsar la evolución de un clásico venido a más. Los de Xavi Sastre reciben en el Palau (18 horas) a un Leyma Coruña que destila experiencia en cada rincón de su vestuario y que, tras un inicio para olvidar, aterriza en la isla con dos triunfos consecutivos (Guadalajara y Barça) que les han permitido estrenar su casillero de victorias y remontar el vuelo.
Antonio Pérez, preparador del Coruña, volverá a coincidir con un Toni Vicens lanzado tras ser el mejor nacional y líder del Mallorca en la pista del Lan Mobel. El técnico del Coruña puede presumir de un cinco potente, en el que la experiencia en la dirección de Lino López y los centímetros de Esmorís se unen a la ambición de Thompson o Wilson y a un nutrido grupo de jóvenes con buenas credenciales y ganas de reivindicarse en la Adecco Plata.
Ilusión
Con un balance de 6-1, la idea del Mallorca es volver a hacer del Palau un fortín. El tropiezo ante el FEVE Oviedo se quiere olvidar por la vía rápida, y el alta recibida por Miki García refuerza la rotación de Xavi Sastre, quien no se fía de un histórico con argumentos para estar más arriba en la tabla (2-6). «Es un partido trampa y debemos ganarlo. Ellos han ido de menos a más, no sé qué les pasó en las primeras jornadas, pero su quinteto es muy fuerte y tienen muchas ganas de hacerse un hueco», afirmó Sastre.
El técnico mallorquín espera poder contar con la mejor versión de su pareja americana: Axton y Kingsley, y que Pampín entre de forma definitiva en la rotación. «Se lo merecen, porque en los entrenamientos trabajan como los que más, pero les falta un buen partido y la regularidad para la que trabajan», explicaba el entrenador isleño, quien reclama el espíritu de equipo «pues en las últimas jornadas hemos tirado de la calidad individual de Biviá o Vicens, y por encima de todo, somos un bloque», aseveró Sastre, que apuesta por el triunfo.