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Mundial de Baloncesto de Turquía 2010

Lituania gana el bronce, su primera medalla en un Mundial

El alero serbio Nemanja Bjelica (i) intenta anotar ante el escolta lituano Tomas Delininkaitis. | Efe

| Estambul |

Serbia 88

Lituania 99

Serbia (22+16+16+34): Teodosic (9), Rasic (8), Keselj (12), Krstic (5) y Velickovic (18) -equipo inicial-, Tepic (7), Paunic (6), Bjelica (2), Markovic (3), Savanovic (10), Perovic y Macvan (8).

Lituania (23+25+24+27): Seibutis (2), Kalnietis (14), Maciulis (3), Kleiza (33) y Javtokas (2) -equipo inicial-, Pocius (12), Delininkaitis (4), Jasaitis (14), Klimavicius y Jankunas (15).

Àrbitros: Jorge Vázques (PUR), Anthony Jordan (USA) y Christos Christodoulou (GRE). Delininkaitis fue eliminado por cinco personales.


La selección de Lituania consiguió su primera medalla en un Mundial, la de bronce, al ganar a Serbia por 88-99, en un partido que dominaron casi con excesiva comodidad ante un equipo serbio al que le pesó su eliminación en semifinales ante Turquía.

Desde el primer momento quedó claro que no es lo mismo perder de una manera que de otra. Los lituanos lo hicieron ante Estados Unidos con todas las de la ley, dando la cara, jugando sus bazas, pero sin poder en ningún momento con un equipo superior. Los serbios perdieron ante Turquía de aquella manera y lo pagaron.

Serbia pareció inicialmente la de siempre, casi indolente en sus formas pero letal en su ejecución, sobre todo con el tiro exterior. Lituania fue a remolque, hasta que encontró su velocidad de crucero.

En el minuto 8, Serbia dominaba por 22-16, aunque había tenido hasta nueve de ventaja (18-9), y al final del primer periodo perdía por 22-23.

Los serbios tuvieron una 'pájara' anotadora durante el segundo cuarto, mientras que Kleiza, 3 de 3 en triples, lideró a Lituania en ataque, al tiempo que encabezó la resistencia defensiva en base a calidad, músculo y centímetros.

Al descanso, Lituania dominó por 38-48, diez puntos que pocos segundos antes fueron 13. En el segundo cuarto el parcial fue 16-25, una diferencia demasiado grosera para un equipo como los serbios, los que el cansancio y la decepción les estaba pasando factura.

La calidad, genialidad y puntería de los serbios necesita de la alegría e indolencia de las que hacen gala de continuo, pero cuando las cosas no van demasiado bien, su propia grandeza les impide ponerse el mono de trabajo y arremangarse.

Lituania, que es una selección aseada en lo técnico y en el músculo, se reagrupó detrás de Kleiza, su líder, y jugó un tradicional baloncesto por conceptos, sin alharacas, sencillo y eficaz. Dividir la zona y pasar. Balón dentro y fuera. Cambios de orientación. Bloqueos en el lado débil y pase al tirador.

Casi todo lo hizo bien Lituania, defendiendo como fieras y apurando sus opciones de conseguir su primera medalla en una cita mundialista. Los lituanos siguieron amasando puntos de renta, 48-66 en el minuto 27, y 50-72 minuto y medio después, para llegar al final del tercer cuarto con 54-72.

Serbia intentó arreglar algo su actuación, pero la brecha era demasiado grande como para repararla en diez minutos.

Kleiza (33 puntos), Lituania, y sobretodo la derrota de semifinales ante Turquía, impidió a los serbios conseguir su primera medalla mundialista. Lituania si la consiguió.

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